sábado, 17 de septiembre de 2022

"Congresistas se sacaron la tinka": ¡Para crecer, busquemos la excelencia en la función pública...!

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     Una punzante declaración sobre algunos de sus colegas vertió hace poco el congresista Carlos Anderson.

          Sus palabras adquieren valor porque emanan del corazón mismo del hemiciclo.

          "Hay congresistas que tenían un nivel de ingresos muy bajo. Se sacaron la tinka...", dijo, aludiendo a una firma de juegos de lotería y apuestas.

          Y añadió: "Han multiplicado sus ingresos. Ya no vienen en taxi. Llegan en camionetas muy grandes...".

          El congreso, prosiguió, "les cambió la vida. Se hace difícil renunciar a eso...".

          Todo ello "es parte de la verdad y es un elemento importante para muchos congresistas...", sentenció.

          Se expresó así al responder si los parlamentarios  estarían de acuerdo en un adelanto de elecciones.

          La afirmación posee mérito de objetividad.

          Previo a los comicios 2018, comentamos aquí que, en La Libertad, cerca de una docena de candidatos al congreso no tenía trabajo.

          De no ganar nada a recibir más de 20 mil soles mensuales, es un platal o, como dice Anderson, "sacarse la lotería".

          Otros carecen de título profesional. La Constitución coloca como única barrera tener DNI, 25 años y gozar del derecho de sufragio.

          Administrar un pequeño negocio o empresa requiere conocimiento y capacidad.

          Mucho más será si se trata de representar la región, dar leyes y fiscalizar la función del Estado.

          Para evitar un Legislativo como el actual, con excepciones,  deben elevarse las exigencias mínimas de ejercicio del cargo,

          Similar criterio es válido en  caso de postular a presidente, ministro, gobernador, alcalde y funcionario.

          Y no se hable de discriminación. Olvidémonos de los complejos. Por pensar así (en el "pobrecito"), estamos en este pandemonio.

          Perú necesita estrategas. Líderes. Gente idónea, capaz. Hábiles para resolver problemas. Abiertos, comunicativos y transparentes.

          Entusiastas, creativos, honestos y responsables. Que promuevan e incentiven el progreso

           Solo así, sentiremos orgullo por quienes nos gobiernan.

          Todo depende de nosotros. ¿Qué esperamos...?. ¡Es hora de buscar la excelencia en la función pública...!

         

 

 

 

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