Hace
unos días, el presidente Pedro Castillo solicitó a la OEA utilizar los artículos 17 y 18 de la Carta Democrática.
Justificó
su pedido para "defender la democracia" y frenar lo que considera una
"modalidad de nuevo golpe de Estado".
Según
analistas, dicho reclamo sería la respuesta a las acusaciones constitucionales
de la Fiscalía.
Pues,
en ninguna circunstancia ha existido atisbo alguno de peligro al sistema
democrático. Peor, intento de motín.
Una misión
de la OEA llega esta semana a Lima para
verificar nuestra aguda crisis política.
Pero,
mientras el Consejo Permanente abordaba los problemas de Perú, hubo un acto
poco difundido en otro escenario.
Ned
Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos condujo una conferencia
de prensa en Washington.
"Estamos dando
seguimiento muy de cerca a la situación política de Perú y creemos que la
rendición de cuentas es vital para un sistema político democrático", sostuvo.
Resaltó
que miembros de la OEA, como E.U. y Perú, tienen el compromiso de defender los
valores democráticos, derechos humanos y el Estado de derecho.
Una
directa alusión a lo que establece la Carta Democrática.
Price
recordó que ese fue el "mensaje" que el secretario de Estado de
Estados Unidos, Antony Blinken, dio a Castillo y otras autoridades peruanas.
Sucedió
con motivo de su visita que hizo a la capital el pasado 6 de octubre.
En julio del 2021, Blinken fue uno de los primeros en llamar a Castillo
para felicitarlo por el alto cargo.
Citó, en esa
ocasión, que esperaba del gobierno peruano "un
rol constructivo" respecto
de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Le
trajo a la memoria que es un anfitrión del "Grupo de Lima", que reúne
naciones del hemisferio que tienen una posición ante el gobierno venezolano.
Y
que el objetivo principal del Grupo es velar por la recuperación pacífica de la
democracia en la hermana nación.