sábado, 5 de agosto de 2023

Un nuevo aumento al sector público: ¿Y los cesantes y jubilados del mismo ramo...? ¿Cuándo...?



Quienes pueden, caminan con los bolsillos planchados y la billetera vacía.

          

     Hace poco hubo una reunión orientada a lograr mejoras económicas para los trabajadores  del sector público.

            Representantes de cinco sindicatos de empleados estatales dialogaron con delegados del gobierno.

            El objetivo fue debatir un aumento de sueldo. Concluyó en forma satisfactoria. Se firmó el convenio colectivo 2023-24.

            Acordaron que el personal del ramo público recibirá un incremento mensual permanente en sus remuneraciones a partir del 1 de enero del 2024. 

            El beneficio será de 100 soles en dos armadas: En enero se les subirá 50 y a partir de diciembre se harán efectivos los otros 50.

            Hay que resaltar que la adición salarial estará afecta a las cargas sociales.

            Lo más importante es que tiene naturaleza pensionable, carácter remunerativo e integra la base de cálculo de los beneficios laborales.

            En términos simples. El alza irá directo al básico. Lo que les favorecerá en el futuro. Cuando dejen de laborar y se jubilen.

            Y, para que todos estén tranquilos, hacen constancia que dicha partida "no afectará las arcas fiscales". Está muy bien. ¡Provecho...!

            La suscripción de este acuerdo, fue otro durísimo golpe bajo a los longevos e indefensos pensionistas del ámbito público.

            Aquellos cuya remuneración básica no supera los 50 soles y reciben al mes menos del sueldo mínimo vital vigente.

            Ellos, no tienen delegados. representantes, sindicatos, federaciones. Ni "perro que ladre" a su favor. Con la justificada disculpa por la analogía.

            Además de carecer de voz, son los olvidados por los gobiernos. Nadie se acuerda de su esfuerzo como trabajadores públicos.

            La sociedad, a la que pertenecen como seres humanos, los ignora. Los miran de reojo y hasta les mezquinan el saludo.

            Quienes pueden, caminan con los bolsillos planchados y la billetera vacía.

            Su única riqueza son las enfermedades que sufren. Imposibles de curar por falta de dinero. Medicinas y operaciones cuestan un platal.

            Son los cesantes y jubilados del sector público. Solitarios. Desconsolados. Supervivientes.

            Cuerpos dolientes. Almas benditas en pena. Que, ante tanta indiferencia, solo esperan la misericordia del Señor...Nuevo

 

 

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