Recientemente, la Municipalidad Provincial de Trujillo inició un Plan Piloto ,e hizo un anuncio vinculado a la limpieza pública.
Respecto a los contenedores, destaca que cumplen una importante función en el saneamiento de la ciudad.
Los moradores de las urbanizaciones depositan ordenadamente la basura allí y por la noche, el camión recolector los deja vacíos.
De paso, agilizan la labor del personal que, en ciertos casos, no tiene necesidad de detenerse a recoger las bolsas en cada casa.
Son algunos recicladores los que extraen y esparcen los desechos.
Los que arrojan desmonte deben ser denunciados por las familias y los alcaldes vecinales en las garitas de seguridad.
El problema de la congestión vehicular en el centro cívico viene del siglo anterior y ninguna gestión edil ha logrado superarlo.
En un intento de hacerlo, la municipalidad puso en práctica un proyecto modelo en la segunda cuadra de Gamarra.
Ubicó compactas macetas en medio de la cinta asfáltica.
Sin embargo, los ornamentos florales forman un cuello de botella al dejar una sola hilera para la circulación vehicular. No soluciona nada.
En otros sectores, a horas punta, los carros aparcan en zona `rígida causando un infernal caos. Matizado por un odioso concierto de bocinas.
Mas fácil es actualizar o aprobar una ordenanza municipal que impida el estacionamiento en todo el centro histórico.
Previo aviso, agentes de seguridad ciudadana y la policía deben hacer respetar el principio de autoridad imponiendo multas a los infractores.
La comuna obtendrá un ingreso económico no proyectado y el corazón de la ciudad dejará de ser cochera gratuita.
Y, lo más significativo, Trujillo recobrará su tradicional esplendor…
