martes, 8 de noviembre de 2016

Normas contra el delito: ¡Un clamor recién atendido...!

La ciudadanía espera que las medidas adoptadas por el gobierno contra el delito tengan el éxito deseado.
         
            Los actos delictivos, a lado de la corrupción, constituyen los más espinosos flagelos de la sociedad peruana en la actualidad.

          Por eso llamó la atención que Pablo Kuczynski no se haya referido directamente a ellos en su discurso inaugural.

          Ya en el poder, la cruda realidad lo obligó a colocarlos en el renglón principal de la agenda presidencial y trabajar al lado del ministerio del Interior.

          Solo así se explica que sea una de las aurorales decisiones del Ejecutivo al amparo de las facultades legislativas solicitadas al congreso.

          Concedidas las prerrogativas, salen los primeros resultados con el objetivo de reducir el uso y tráfico de armas de fuego.

          Habiéndose comprobado que el crimen organizado emplea armamento con peligrosa facilidad, su tenencia ilegal es considerada como delito flagrante.

          La norma establece prisión de seis a diez años al que fabrique, comercialice, preste, alquile, facilite o porte armas, sin estar autorizado. Antes, era menos.

          Cuando el elemento bélico o bienes prestados o alquilados sean del Estado, la sanción privativa será de ocho a doce años  .

          Por su parte, los policías, militares o personal penitenciario comprometidos tendrán una penalidad entre diez a quince años de prisión.

          Un artículo especial, señala que los condenados por sicariato no podrán acceder a beneficios penitenciarios, semilibertad, libertad condicional, ni redención de la sanción por el trabajo y la educación.

          El dispositivo aumenta los castigos  por homicidio calificado, sicariato, conspiración, secuestro, trata de personas,  delitos contra el patrimonio, tráfico ilícito de drogas, reglaje y lavado de activos.

          Estas medidas modifican el Nuevo Código Penal superando los serios vacíos legales vigentes durante las últimas décadas.

          SATÉLITE, a la vanguardia de los medios de comunicación, abordó este delicado tema en sucesivos artículos.

          Dedicó su espacio editorial a remarcar que la legislación penal nacional, en algunos aspectos, estaba desfasada y necesitaba actualizarse.

          A nombre de la ciudadanía, solicitamos el pronunciamiento de los entes rectores de la justicia, así como de los juristas y expertos en la materia.

          No obstante que la violencia se incrementaba de manera significativa, encontramos muy poca respuesta.

          Gobiernos y congresos anteriores reaccionaron en idéntica forma.  Mostraron escaso interés y una angustiosa tibieza ante este sensible asunto.

          Despreocuparon el análisis de la problemática en su verdadera dimensión, peor aún en la búsqueda de los canales de solución.

          Las modificaciones anunciadas hace unos días  por la actual administración gubernamental, nos dan por completo la razón.

          No es todo. Falta aún más. Como la minuciosa revisión de las condiciones para liberar detenidos y el mismo arresto domiciliario.

          O el caso de los menores de edad que delinquen y sus equivocadas acciones son consideradas como faltas y no como delitos.

          Esperamos que el gobierno continúe enfrentando este grave fenómeno social y efectúe los correctivos atendiendo el clamor popular.

          Y, sobre todo, que tenga el éxito deseado por la ciudadanía que anhela un futuro inmediato con días soleados de tranquilidad y paz...

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