Suárez llora por el disparo que le atajó Gallese. Godín trata de consolarlo. (Redes sociales).
El Perú-Uruguay, por los cuartos de
final de la Copa América 2019, terminó igualado 0 a 0.
Había que ir a los penales para definir
al ganador de la última llave del torneo continental.
Según el sorteo Luis Suárez, el
goleador de la selección celeste y el poderoso Barcelona, iniciaba la rueda.
Remató fuerte, la bola impactó en el
cuerpo de Pedro Gallese y regresó por alto al artillero que la tomó.
Mientras regresaba para unirse al
grupo, apretaba los labios y, nerviosamente, la pasaba de una mano a otra.
Antes de coincidir con el resto, no
pudo contenerse y prorrumpió en llanto.
Sus compañeros lo abrazaron y le
alcanzaron una camiseta para cubrirse el rostro. Así se mantuvo hasta el último
disparo.
Cuando Flores convirtió el quinto gol
de la clasificación peruana, los sollozos se intensificaron.
El afamado artillero triunfador de mil
batallas, se sintió responsable de la eliminación de su país.
Su pesar, se tradujo en un mar de lágrimas
que no lograron ser aplacadas, pese al aliento de sus compañeros.
Así es el fútbol. En ocasiones
triunfas. Te encumbra. Colma de alegrías y
satisfacciones.
En otras, eres derrotado y te sume en
la más profunda tristeza.
Al extremo de llevarte a la
desesperación y las lágrimas. Tal como ocurrió el último sábado con Suárez.
Su frustración fue tan intensa que demostró
que los hombres también saben llorar…
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