domingo, 27 de octubre de 2019

Elección de congresistas: ¡En busca de candidatos honestos...!

Ante los comicios de enero para elegir congresistas debemos preocuparnos en elegir gente honesta. (Correo).

          -- ¡Estoy buscando un hombre honesto...! ¡Estoy buscando un hombre honesto...!

          Clamaba, con manifiesta inquietud, Diógenes de Sinope sosteniendo una linterna encendida en una de sus manos.

          El filósofo caminaba por las calles de Atenas mirando a uno y otro lado. Y, tras prolongado recorrido, se lamentaba:

          -- Ni siquiera con un candil prendido lo puedo encontrar...

          La sugerente anécdota, gestada en el siglo III antes de Cristo, adquiere impresionante actualidad en el Perú de hoy.

          En especial, ahora que los comicios para elegir a los legisladores están a las puertas. El 26 de enero.

          Después de la deplorable actuación de numerosos congresistas en los últimos quinquenios, es obligatorio saber más de los candidatos.

          Dedicar parte de nuestro tiempo a averiguar detalles mínimos sobre sus hojas de vida, trayectoria y patrimonio.

          Ser meticulosos en el análisis de cada uno. Sobre todo de aquellos que recién incursionan en el mundo de la política.

          La misma medida debe aplicarse a los conocidos. A quienes vimos o escuchamos sus nombres como dirigentes o en la función pública.

          Respecto a los últimos, valorar la voluntad, eficiencia, pasión o incapacidad mostrada en el trabajo desempeñado.

          Tales funcionarios en su gestión, sin percibirlo, dieron examen ante nosotros acerca de su talento o ineptitud.

          En ese momento. Durante el tiempo que fueron autoridades, recibieron la aprobación o desaprobación.

          Recordar las denuncias lanzadas  contra ellos abriendo página en los diarios, la primera noticia de la televisión o la primicia en la radio.

          Ahora dependen de nosotros. Están en nuestras manos. Les brindamos apoyo o los descartamos como aspirantes.

          Basta de oportunistas que ven un escaño como recurso para asegurarse un jugoso sueldo o beneficio para eludir la justicia.

          Necesitamos gente honorable. Que privilegien el interés de la ciudadanía al personal, familiar, de amigos o partidarios.

          Siguiendo el ejemplo de Diógenes y por el bienestar del país, solo queda preocuparnos en elegir personas honestas...

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