Ante los comicios de enero para elegir congresistas debemos preocuparnos en elegir gente honesta. (Correo).
-- ¡Estoy buscando un hombre
honesto...! ¡Estoy buscando un hombre honesto...!
Clamaba,
con manifiesta inquietud, Diógenes de Sinope sosteniendo una linterna encendida
en una de sus manos.
El
filósofo caminaba por las calles de Atenas mirando a uno y otro lado. Y, tras
prolongado recorrido, se lamentaba:
-- Ni siquiera con un candil prendido lo
puedo encontrar...
La
sugerente anécdota, gestada en el siglo III antes de Cristo, adquiere
impresionante actualidad en el Perú de hoy.
En
especial, ahora que los comicios para elegir a los legisladores están a las
puertas. El 26 de enero.
Después
de la deplorable actuación de numerosos congresistas en los últimos quinquenios,
es obligatorio saber más de los candidatos.
Dedicar
parte de nuestro tiempo a averiguar detalles mínimos sobre sus hojas de vida,
trayectoria y patrimonio.
Ser
meticulosos en el análisis de cada uno. Sobre todo de aquellos que recién
incursionan en el mundo de la política.
La
misma medida debe aplicarse a los conocidos. A quienes vimos o escuchamos sus
nombres como dirigentes o en la función pública.
Respecto
a los últimos, valorar la voluntad, eficiencia, pasión o incapacidad mostrada
en el trabajo desempeñado.
Tales
funcionarios en su gestión, sin percibirlo, dieron examen ante nosotros acerca
de su talento o ineptitud.
En ese
momento. Durante el tiempo que fueron autoridades, recibieron la aprobación o
desaprobación.
Recordar
las denuncias lanzadas contra ellos abriendo
página en los diarios, la primera noticia de la televisión o la primicia en la
radio.
Ahora dependen
de nosotros. Están en nuestras manos. Les brindamos apoyo o los descartamos
como aspirantes.
Basta
de oportunistas que ven un escaño como recurso para asegurarse un jugoso sueldo
o beneficio para eludir la justicia.
Necesitamos
gente honorable. Que privilegien el interés de la ciudadanía al personal,
familiar, de amigos o partidarios.
Siguiendo
el ejemplo de Diógenes y por el bienestar del país, solo queda preocuparnos en
elegir personas honestas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario