Los partidos políticos y sus candidatos a
las elecciones de enero mantienen los yerros de siempre. ¿Se puede mejorar así...? (Correo).
No se
aprende la lección. Cerrado el plazo de inscripción de candidatos para las
elecciones congresales del 26 de enero, persiste el mismo error.
El
desorden e improvisación fue el signo característico de algunas de la veintena
de agrupaciones.
Como
aquella que presentó 5 invitados y apenas dos militantes, cuando la cuota de
los primeros es solo del treinta por ciento.
O el
partido que inscribió dos nóminas. Una nacional y otra regional. Completando un
total de 23 listas.
Y, lo
peor. Que fueron aceptadas por el Jurado Electoral de Trujillo. Ahora, con el
agregado de "Especial" (?).
Para no
perder la costumbre, entre los inscritos figuran sentenciados, investigados y
exfuncionarios cuestionados por su pésima gestión.
Muestra
de la carencia de ética de los partidos que los eligieron y del desdén y falta
de respeto a la sociedad.
Queda
ahora en el elector informado, desinteresado y responsable sufragar por quienes
ofrezcan propuestas factibles y tengan el alma limpia.
Es
importante saber su declaración de bienes o propiedades. Pero, más interesante
sería conocerla al final del ejercicio.
Hay
postulantes que, sabiendo que ser legislador es mucho más rentable,
despreciaron su función de regidores confiada por el pueblo.
La
mayoría apoya la reducción del sueldo y beneficios legislativos. Pero, ponen cara
larga al preguntarles si aceptarían ganar solo dietas.
Esto,
debido al abuso de anteriores congresistas solicitando licencias, permisos y
ausentándose en exceso del hemiciclo.
Coinciden,
igualmente, en eliminar la inmunidad, la semana de representación, el bono por
escolaridad y disminuir los asesores.
Así
como obviar el doble salario por navidad y fiestas patrias, seguridad, gasolina
e insólitas prerrogativas pagadas por la ciudadanía.
Dichas
maravillas, antes que el ineludible trabajo por el pueblo, deslumbran a muchos
aspirantes a una curul.
Eso fue
lo que colmó la paciencia de una población postergada en salud, educación,
carreteras y servicios, hasta que se dijo basta...
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