sábado, 1 de febrero de 2020

Nefasto decreto de urgencia: ¡Un atropello a los maestros jubilados…!

Es inexplicable la manera como el gobierno trata a los maestros cesantes y jubilados, uno de los sectores más olvidados y desprotegidos de la población. (La Jornada).

          Mientras el presidente Martín Vizcarra proclama su lucha contra la desigualdad, firmó un dispositivo que aumenta la brecha entre pobres y ricos.

          Es el decreto de urgencia que pasa a los maestros cesantes y jubilados de la ley 25530 a la ONP a partir de julio próximo.

          Estos, como  su nombre dice, se dan en casos especiales o de emergencia. "Para mejorar", según sus propias palabras. No para perjudicar.

          Porque ese traslado significa la pérdida de los escasos derechos y beneficios que gozan los pensionistas.

          Entre otros, la posibilidad de aumentos o reclamos. Pues, dejarán de pertenecer al Ministerio de Educación.

          Significará, también, la desaparición de las asociaciones de cesantes y jubilados de educación del país.

          Desde el siglo pasado, los exdocentes aportan a esas instituciones y reciben préstamos y una retribución cuando fallecen.

          Millares de expedientes en curso, como el de preparación de clases y similares, quedarán interrumpidos y no se pagarán nunca.

          Con el peligro que dejarían de recibir las gratificaciones de fiestas patrias, navidad y escolaridad. Peor, imposible.

          El dispositivo afecta a uno de los sectores más débiles de la población. Todos superan los 70 años.

          Que viven los últimos momentos de su existencia. Sin calidad de vida. Con un mísero sueldo que amenaza ser recortado.

          Reunidos en asamblea general, los presidentes de las asociaciones del Perú, emitieron un pronunciamiento.

           El documento califica el absurdo mandato del Ejecutivo de nefasto e inconstitucional.

          Solicita, igualmente, su nulidad con escritos presentados al Tribunal Constitucional y la Comisión Permanente del congreso.

          Harán lo mismo con el nuevo parlamento que debe declarar su ilegalidad e inconveniencia.

          Por último, con los que aún tengan fuerzas, anuncian una movilización nacional el 26 de marzo.  

          Y prometen batallar contra el infame decreto que es un cobarde golpe bajo contra los desfallecientes maestros cesantes y jubilados...

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