Una de
las tantas contradicciones que existen en el Perú, reside en los funcionarios que
ganan mucho más que el presidente.
Y, no
lo superan por un puñado de soles, sino que duplican su sueldo y hasta lo
triplican.
Ocurre
en todos los sectores. Incluyendo el poder Judicial.
. El
asunto es tan absurdo que los mismos ministros elegidos por el mandatario
obtienen el doble.
Qué
decir de los congresistas que, con tantas gollerías, lo dejan atrás en dinero
contante y sonante.
En
virtud de eso, la presidenta del Tribunal Constitucional propuso reducir, de
manera temporal, el salario de los altos funcionarios.
Su
pedido obedece a la situación de emergencia nacional que vive el país a causa
del coronavirus.
Aclaró que
el jefe de Estado tiene la facultad constitucional de aplicarlo en forma
excepcional.
La
réplica del presidente del Banco Central de Reserva, que bordea los 50 mil soles
al mes, fue inmediata.
Calificó
el sugerente pedido como gesto populista y "una tontería".
La
magistrada reconoció que la situación de los funcionaros es
"privilegiada" y que la reducción no les afecta económicamente.
El
importante planteamiento no ha caído en saco roto. El alcalde de Lima dijo:
"Si hay necesidad, hay que hacerlo..."
"Todo
sirve...", anotó Martín Vizcarra y dejó pasar la idea.
¿Con
cuánto dinero puede cubrir sus gastos una familia peruana...?
¿No les
parece que 10, 20, 30 o 40 mil soles para un trabajador estatal es una
exageración...?
¡Y son
miles de personas...! Entre ellos, muchos que ni siquiera cumplen una eficiente
labor.
Un país
subdesarrollado como el nuestro. Desigual, limitado y necesitado, no puede
darse esa clase de lujos.
Ojalá
que algún día se sinceren los sueldos y se pague, como en las empresas, por
rendimiento y con topes.
Entonces,
cruzaremos las calles con más gente que nos sonría...
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