"Me vacuno sin miedo. Con confianza y
esperanza...", pronunció el presidente Francisco Sagasti.
Ocurrió
al instante de recibir el hincón de la primera dosis de la vacuna Sinofharm en
el hospital Militar de Lima.
Se sumó
así, al esperado proceso de vacunación a nivel nacional que el nuevo gobierno
debe continuar.
En
forma gradual y según fases de prioridad, se ampliará hasta llegar a todos los
peruanos.
Recibir
la vacuna es un acto voluntario. Sin embargo, indispensable para estar
inmunizados.
Es
aplicada para preservar nuestra salud, de la familia y del desconocido que se
cruza en la esquina o forma cola.
Contra
lo imaginado, existe gente anti-vacuna que, sin ningún criterio, trata de
desvirtuar el sentido del antídoto
El
gobierno pide denunciar cualquier irregularidad en el procedimiento.
Pero,
circulan celulares en las redes que ofrecen vacunar previo pago. ¿Se identificó
y sancionó a los supuesto estafadores...?
Mientras,
una candidata al congreso proclama por calles y plazas su rechazo.
Otro,
triturando los valores y hasta el respeto a sí mismo, fue el primero en
vacunarse hace meses. ¿Y el Jurado de Elecciones...?.
Frente
a esos casos, la vacunación motivó lanzar al aire emotivas frases. Dignas de
tener en cuenta:
-- Ahora vamos a trabajar más tranquilos. Ha
sido muy duro. La familia sufrió mucho...
-- Es un gran paso a la salud pública...
-- Tener la vacuna es una bendición...
-- Es una luz ante el oscuro panorama
que vivimos...
La defensa contra el
covid-19 está en el Perú. Nuevos conteiners con dosis llegarán en las próximas
semanas.
Ha sido estructurada una
programación que debemos acatar para recibirla. Sin olvidar protegernos.
Esperemos con paciencia ese
momento. Es la vacuna de la esperanza. Y... la vida...
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