domingo, 5 de diciembre de 2021

El sismo que nos hizo saltar de la cama: ¡Testimonios para estar preparados...!

Los testimonios del sismo de Amazonas deben servir para estar siempre preparados.                                                                   (Radio Titanka).

 


         El movimiento sísmico del último domingo del mes que se fue, será recordado por varia razones.

          Por ser el más fuerte y prolongado que sacudió Perú en lo que va del siglo. Magnitud 7.5 es para asustar al más bravo.

          Aparte de las viviendas colapsadas en Amazonas y regiones cercanas, originó derrumbes, agrietó pistas y aisló poblaciones enteras.

          En cuanto a nosotros, nos hizo saltar de la cama e interrumpió a quienes soñaban entre algodones.

          Pero, dejó una advertencia a todos. La mochila de emergencia. El lugar más seguro, si no hay tiempo de evacuar.

          Y, un detalle importante. No entrar en pánico. Tratemos de guardar la calma. Estemos siempre alertas.

          A los propietarios. Las columnas en las esquinas y cada cierta distancia. Los puntos de dilatación entre edificios.

          En los municipios, celo extremo. Al efectuar las supervisiones y al expedir las licencias de construcción, entre otras exigencias.

          Aquí, dramáticos testimonios durante el crucial momento:

          -- Todo se movía. Sonaba y no se detenía. Nos asustó mucho...--relató una joven abrazando a sus hermanitos en Utcubamba.

          -- Salí corriendo en paños menores. Tuve un tremendo miedo --refirió balbuceante una abuelita de Bagua Grande.

          -- Regresaba de la discoteca y encontré a mi familia llorando en plena calle --señaló un preocupado chico cajamarquino.

          -- Salimos lo más rápido posible. Afuera, los perros labraban y corrían de un lado a otro. La gente gritaba y se abrazaba --anotó otro.

           La descripción más desgarradora, entre las reveladas, pertenece a un padre de familia de Moyobamba.

          Consternado. Entre lágrimas, narró a los periodistas:

          -- Abracé a mi familia y dije: "Que sea lo que tú quieras, Dios mío...".

          Se aferró enseguida a una columna y cerró los ojos. Su vivienda se desplomó en segundos. ¡Y, vivió para contarlo...!

 

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