Motivó una polémica la escena de dos policías atándole los pasadores al calzado del presidente en un recorrido.
La Defensoría del Pueblo publicó que las funciones de escolta no implican hacerse cargo de acciones "estrictamente personales".
Consideró el hecho como un agravio a "la moral de las fuerzas del orden, desdibujando su imagen ante la población...”.
Recordó que, por ser el primer servidor de la Nación, "está obligado a respetar la dignidad de toda persona que labore en su entorno, dando ejemplo a la ciudadanía...".
En un comunicado, la Policía Nacional rechazó todo acto que atente contra su imagen institucional y la integridad de los agentes del orden.
Añadió que ante el supuesto de infringir la ley abrirá un proceso administrativo disciplinario para establecer responsabilidades.
El mandatario declaró que estaba impedido de hacerlo por una dolencia y el chaleco antibalas que usa.
De la enfermedad no se conocía. Y se probó que el elemento de protección no estorba al agacharse.
¿Sabían Ustedes que todo esto sería imposible de ocurrir en los países del lejano oriente...?.
Una ancestral costumbre les prohíbe ingresar a su casa con zapatos o zapatillas.
Además de la higiene, consideran que son portadores de impurezas que se impregnan en la calle y "malas vibras".
La norma rige también en los centros educativos, hospitales, clínicas. restaurantes típicos y algunas entidades públicas..
Pero. ¿Qué tiene que ver esto con los pasadores...?
Para evitar perder tiempo atándose y soltándose los cordones en todo sitio, compran un número más grande de zapato, zapatilla o mocasín.
Atan luego los pasadores en tal forma que permitan caminar sin que se salga del pie, pero faciliten despojarse de ellos sin desenlazarlos.
Para estar seguros, hacen un nudo y otro, de seguridad, encima.
Así, los zapatos están atados siempre y nunca se desamarran.
Usted puede hacer lo mismo. Inténtelo y verá. Y, si se anima, le pasa el dato al presidente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario