sábado, 21 de enero de 2023

El bono del programa de chatarreo: ¡Para garantizar la calidad del transporte público en Trujillo...!

            El bono del programa de chatarreo debe ser prioridad en el municipio de Trujillo.(RPP).

          

         Tras décadas de incomodidad para los pasajeros trujillanos y distritales con numerosos vehículos viejos, surge una luz de esperanza.

          Se trata del programa del chatarreo aprobado por ley y reglamentado por el Ministerio de Transportes.

          La norma autoriza la eliminación de las unidades vehiculares obsoletas a cambio de un bono.

          Para el efecto, faculta a las municipalidades provinciales  a planificar, formular y aprobar los planes correspondientes.

          El objetivo es garantizar la calidad del transporte público y reducir la contaminación ambiental con la emisión de partículas y gases tóxicos.

          Existen dos formas de acogerse al sistema del chatarreo.

          Voluntaria, a iniciativa del propietario y obligatoria, con las unidades multadas abandonadas en depósitos estatales.

          Deben incluirse también los dejados en la vía pública por sus dueños.

          En nuestro medio hay empresas que, con responsabilidad, renovaron sus ómnibus y ofrecen aceptable servicio.

          Sin embargo, se mantienen en actividad microbuses y combis en calamitoso estado que piden, a gritos, ser cambiados.

          ¿Cuántas veces se le ha caído la puerta a las combis...? Tienen asientos rotos y, en ciertos casos, ventanas sin lunas.

          Aparte de la molestia del techo bajo y la seguidilla de lugares que obligan a doblarse al sentarse.

          Con el bono del chatarreo debe terminar el suplicio de laredinos y otros pasajeros condenados a utilizar solo combis.

          La aplicación de la innovadora medida contribuirá a mejorar la imagen de Trujillo y alrededores.

          Mucho más si Transportes Metropolitano tiene avanzado un novedoso proyecto desde hace algún tiempo.

          Empezaría con la ubicación de paraderos fijos y únicos. Tal como existen en todo el mundo.

          Allí figura la hora que debe llegar el bus y un mapa del recorrido completo de la línea.

          La gente forma cola, en el más completo orden, conforme llega. Y nadie se atreve a meterse.

          No es un sueño. Tampoco una película del futuro. Es la realidad en otros países.

          ¿Y Trujillo...? ¿Por qué no podemos aspirar a eso...?

 

 

 

 

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