Como una forma de combatir la
delincuencia en la capital, se incorporará en breve un original programa de
recompensas.
La Municipalidad de Lima aprobó una
ordenanza que promueve la participación ciudadana directa.
El objetivo es motivar la acción vecinal para ayudar
a disminuir el índice de delincuencia e identificar a sus autores.
Según el
reglamento, todas las acusaciones tendrán carácter anónimo.
Eso sí, deben ser necesariamente corroboradas por la policía o el Ministerio Público.
Es
decir, que los hechos revelados permitan el arresto por la comisión de un
delito o falta, en base a las referencias proporcionadas por el ciudadano.
La
incriminación vecinal será recepcionada por una central de atención que
protegerá su identidad mediante la asignación de códigos.
Concluido
el operativo, el morador recibirá una retribución económica.
El
pago, según detalla la ordenanza, será de cumplimiento obligatorio en todos los
distritos de la ciudad.
La norma señala que el
Programa Municipal de Recompensas
estará a cargo de la gerencia de Seguridad Ciudadana,
Deja
la posibilidad que los alcaldes de los distritos capitalinos puedan asumir con
posterioridad similar procedimiento en sus jurisdicciones.
Trascendíó que
se hace lo posible por acortar los tiempos para que la normativa entre en
vigencia lo más pronto.
Igualmente que,
por el momento, buscan fijar el monto de dinero que se entregará por la
información que facilite la captura de los delincuentes.
La
idea es precisar la cantidad en relación con el tipo de la
infracción cometida y denunciada.
Esta modalidad de intervención vecinal tiene éxito en varios
países de Oriente. Allá, el índice delincuencial es mucho menor.
Los ciudadanos están facultados para
informar a la policía sobre la presencia o accionar de personas o vehículos
desconocidos en su zona.
La actuación de los agentes es
inmediata y evita cualquier hecho irregular. La diferencia es que, en esos
lugares, no se otorga premio alguno.
En cuanto a nosotros, esperamos su
pronta implementación. Que tenga la acogida deseada.
Y, también se ponga en marcha en
Trujillo. ¡A denunciar, vecino...!
