Los gastos de instalación del
congreso constituyen un bono muy costoso e innecesario que debe suprimirse para siempre. (El Diario).
Se
confirma cada día que, para ciertos congresistas, ocupar una curul es sinónimo
de llenarse los bolsillos de dinero.
Lo
acaban de demostrar 23 legisladores de Lima y Callao que, pese a la cercanía,
cobraron gastos de instalación.
Según
el reglamento, el beneficio ascendente a 15,600 soles, de por sí oneroso, es
para quienes viven en otras regiones.
Conste
que, el mismo aporte estatal, es también dispendioso para los representantes
del interior.
Un
ejemplo. Está mal que la plata incluya, entre otras banalidades, adquirir
celulares. Si ya tienen. ¡Y todos calladitos...!
Con el
sueldo y demás utilidades tienen suficiente. Y les sobra.
¿Dónde
se perdió el "servir al pueblo" de sus campañas...?
Censurable
es que antes, varios acepten no recibir el bono. ¡Y cobraron...!
Es
decir, traicionaron su palabra. "Cuando un hombre traiciona su palabra, no
vale nada...", condena Ezra Pound.
Y, con
ese billetón caído del cielo, actuaron como cualquier menesteroso. No lo
devolvieron.
E hicieron
el ridículo con tontas explicaciones. Entre otras, helas aquí:
Cecilia
García: "Mis gastos de instalación y mi sueldo siempre los comparto con la
población...".
Marcos Pichilingue:
"Cada sol que cobro de manera legal será sustentado con mi sudor y
trabajo...".
Omar
Chehade: "De mi sueldo no hablo. Jamás opinaré al respecto. Es un tema
legal estipulado en la normativa...".
Por
supuesto que es legal. Lean lo que dice Séneca: "El honor prohíbe lo que
la ley tolera...".
Lindísima
frase. Digna de colgarla en el parlamento, un tribunal o cualquier lugar.
Cobrar
por instalación sin corresponder, no es nuevo. Esa mala costumbre existe desde
que se instauró.
Utilizan
el dinero público. Cuya custodia exige el máximo celo para ser mejor invertido.
Y ningún congresista tiene la valentía y el
coraje para plantear su eliminación total.
¡Sean
conscientes...! ¡Piensen en el Perú...! ¡Bórrenlo para siempre...!