Lorenzo Kcomt, Víctor Hugo Paredes, Paúl Acevedo y Pepe Hidalgo, los directores con los que compartí escribiendo en Satélite.
Medio
siglo, más uno, celebra hoy viernes SATÉLITE, su periódico preferido. El que
usted, amigo lector, tiene en sus manos.
¡Cómo
transcurre el tiempo...! Parece que no fueran tantos años los que han
transcurrido desde su primera edición.
Aquel
histórico y lejano 17 de julio de 1969 después del mediodía. Cuando, por
primera vez, vio la luz en la tradicional casa de Gamarra del diario La
Industria.
Impreso
en el virginal sistema offset integral, instalado pocos meses atrás. Toda una
innovación para la época.
Dos
personajes fueron los gestores de la aparición de SATÉLITE. El doctor Vicente
Cerro Cebrián y el comandante de Marina Alfonso Burga Tello.
Tuve el
privilegio de conocerlos y departir con ellos cuando era yo redactor de La
Industria bajo la dirección de Daniel Gordillo Jara y Héctor Alva Centurión,
jefe de informaciones. Dos inolvidables periodistas de los sesenta.
Fue
entonces, cuando percibimos y comprendimos las inquietudes, preocupaciones y
desvelos de los ejecutivos de la empresa por ofrecer los mejores periódicos a
los lectores liberteños.
Don
Vicente, propietario de la empresa, soñador, visionario y forjador del origen, despegue
y posicionamiento de SATËLITE. Tenía siempre un consejo en los labios y una
palabra de aliento para los trabajadores.
Burga,
con sus infaltables y tupidos bigotes. Circunspecto. Inspirado en la formación
militar, empleó la logística para concretar el proyecto. Cronométricamente movilizó
al personal de las diversas secciones.
Dedicación
exclusiva, entrega y sacrificio constituyeron los soportes para el nacimiento
del vespertino.
La
clave de esa mística se mantiene a pesar del correr de los años y allí reside
gran parte de la razón del éxito alcanzado.
Desde ese
auspicioso momento hasta la actualidad, cuatro directores condujeron la portentosa
nave en el lugar de avanzada. En la
proa.
Lorenzo
Kcomt Kooseng. "El Chino" o simplemente "Loli". Con sus
grandes lentes negros y relucientes dientes de conejo que exhibía cada vez que
reía.
Lanzado
en altamar. Tuvo que aprender a navegar ante los embates de la oscuridad y la
tormenta que significaron los diarios de la tarde que llegaban desde Lima. ¡Y
puso a SATÉLITE encima de todos...!
Su audacia
y juventud lo hicieron abrir el camino y enrumbar hacia adelante. El examen no
tardó mucho. Llegó antes de lo esperado. Con el terremoto de Yungay de 1970 que
dejó a Trujillo en ruinas.
Luego
de batallar con denuedo, entregó la posta a su más aplicado discípulo, Víctor
Hugo Paredes Florián.
El
popular "Huevo" tuvo la muñeca suficiente para conducir SATÉLITE y
mantenerse en la dirección durante 27 largos años.
Recordamos
hasta ahora los originales y hasta insólitos titulares de primera página que
atraían a los lectores como abejas al rebosante panal de miel.
Su sorpresiva
y prematura desaparición le impidió rematar la auspiciosa gestión. Pero, dejó
escuela.
Ante la
emergencia, tomó el relevo alguien de casa. Uno de sus perseverantes alumnos,
Paúl Acevedo Gutiérrez.
Como miembro de la plana de redactores,
el inquieto joven tuvo su prueba de fuego el verano del 2017 a raíz de la
inundación originada por los desbordes de la quebrada de San Ildefonso.
Los siete huaicos del fenómeno del Niño que
hicieron discurrir las turbulentas aguas, faltándole el respeto a la majestad
de la ciudad, hasta llegar a Víctor Larco, tuvieron amplia cobertura.
El 20
de mayo del mismo año, el carismático Pepe Hidalgo Jiménez, asumió el sillón
principal del vespertino con toda la experiencia acumulada dirigiendo La
Industria de Chimbote.
De
arranque, se empeñó en potenciar al máximo
los recursos existentes en el Grupo Editorial y trazó un agresivo plan para
ampliar el ámbito de circulación de SATÉLITE.
Una de
sus aurorales innovaciones consistió en
publicarlo todos los días. Incluyendo domingos y feriados. ¡Y respondió el
público...!
Llevó
enseguida el diario a las localidades del valle Chicama y los distritos de
norte y sur capturando miles de lectores con informaciones de su propio ámbito
geográfico.
Hizo lo
mismo con las andinas ciudades de Otuzco y Huamachuco.
La
intempestiva expansión del coronavirus lo obligó, como al mundo entero, a desacelerar
la marcha y reservar otras novedades que tenía en el bolsillo.
Pero,
promete que en la primera oportunidad que se le presente, las expondrá para
satisfacción de nuestros lectores.
Por un
extraño designio soy, tal vez, uno de los pocos afortunados que mantiene la
gratísima satisfacción de compartir escribiendo en el vespertino más leído del
norte del Perú, a lado de Lorenzo Kcomt, Víctor Hugo Paredes, Paúl Acevedo y,
ahora, Pepe Jiménez.
Los
cuatro. Excelentes personas, notables periodistas y entrañables amigos...
¡Feliz
aniversario... SATÉLITE...!
No hay comentarios:
Publicar un comentario