Antes, conseguir trabajo en Perú era difícil. Ahora, a causa de la pandemia, la situación más complicada.
Millones
dejaron de laborar y están desempleados.
Quienes
siguen en actividad, se esmeran para conservarlo. Actúan con responsabilidad y
empeño.
Sin
embargo. ¿Sabían que quienes trabajaban en lo que más les gusta lo perdieron de
manera increíble...?
Cierto.
La dirigencia de algunos clubes de la Liga 1 del fútbol peruano rescindió
contrato a varios jugadores.
La
razón. Incumplir las medidas de prevención y el toque de queda decretados para
contener la crisis sanitaria.
Un
imperdonable desatino. Mucho más si, con anticipación, la Federación impartió
los respectivos protocolos.
Pero, se
impuso la equivocada "viveza" o el "yo soy el bacán" y hoy
pagan las consecuencias de su irresponsabilidad.
Abrió la
lista un buen delantero del Cristal quien, al ser detenido, se enfrentó a la policía
y armó un escándalo.
Siguió un rendidor defensa del Sport Boys, sorprendido participando de una fiesta en el
vecindario.
Universidad
César Vallejo adoptó similar decisión con un joven volante por la misma
infracción.
Y, como
si no fuera suficiente, el club celeste del Rímac, acaba de separar del plantel
al arquero arquero titular.
La
mayoría de los sancionados son jóvenes promesas del fútbol nacional. Incluso,
seleccionables.
Su errónea
actitud demuestra que ni siquiera se valoran.
Las recomendaciones
del gobierno ante el covid-19 es una oportunidad para aceptarlas sin
objeciones.
Acatarlas
es fácil. Solo se requiere disciplina. Es decir respeto a las normas básicas de
comportamiento.
Los
clubes de fútbol, como toda institución, exigen una conducta ejemplar de sus
integrantes.
Es el
proceder propio de los seres humanos en la sociedad.
Por eso,
lamentamos que, en tiempos de escasez laboral, existan personas que pierdan el
trabajo por insensatos...
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