¿Sabe
usted, amigo lector, cuánto invertimos los peruanos en los 130 congresistas y
sus despachos en cinco años de gestión...?
Respire
profundo antes de continuar leyendo. Más de 970 millones de soles. ¡Una
cantidad exorbitante...!
Y, eso,
no es todo. En el Legislativo trabajan más de tres mil empleados. ¡Un ejército
con batallones y todo...!
El
problema se agudiza porque el presupuesto y número de servidores aumenta cada
año.
A pesar
de esa dura realidad, la comisión de Constitución del congreso aprovechó las
protestas agrícolas para aprobar el retorno a la bicameralidad.
¿Qué
significa eso...? Se lo explicamos.
La vigencia
de una cámara de diputados con 130 personas y otra de senadores con 60. ¡Qué
les parece...!
Es
decir, a los actuales legisladores, que nos cuestan tanto, les agregaríamos
sesenta.
Y si ellos
ganan 15,600 soles y otros miles encima, los senadores, por ser un grupo
selecto, exigirán un sueldo mayor.
Sería igual
con los asesores. Si hoy cuentan con 7, pedirán 10 o 12. ¿Hay dinero para
pagarles...?
El
dictamen que propone esa reforma constitucional fue aprobado en el peor
momento.
¿Los
miembros de la comisión no saben que nuestra economía está en crisis por la
pandemia...?
Afrontamos
un déficit fiscal pavoroso. Superior al 12 o 15 por ciento.
Hace
poco, cuando vivíamos tiempos de bonanza económica, se planteó la famosa
bicameralidad.
Dijeron
entonces que estaría integrada por cien diputados y treinta senadores. La idea
era no afectar al fisco.
Destacaron
incluso que la nueva estructura legislativa no alteraría para nada el
presupuesto.
Existen
otros intereses. Ciertos congresistas aspiran la reelección inmediata. Tentar
una curul en el senado y seguir viviendo del Estado.
Ojalá el
pleno se ilumine y no ratifique esta irracional iniciativa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario