Existe en Trujillo una persona que ostenta un récord en el desempeño de la función pública y como autoridad.
Es José Murgia Zannier. Alcalde de la ciudad (1990-2006), gobernador regional (2007-2014) y ministro de Transportes (1985-1987).
Consagró el tiempo del "descanso del guerrero" para publicar: "Pulso y latido de Trujillo. Memoria y testimonio de un vecino"
Como él mismo anota, la obra es un testimonio personal de su vida y la unidad, solidez y esfuerzo de su familia por hacer empresa.
Revela sentidas y fraternales frases perennizadas en postales que exaltan sus lazos consanguíneos.
Pepe, como lo llaman sus amigos, describe el sueño de su abuelo Guiseppe de tener una curtiembre propia.
Y se emociona cuando esa ilusión se hace realidad al constituirse la Curtiembre Chimú Murgia Hermanos, en 1942.
Ofrece páginas e imágenes evocando sus estudios en el Seminario. Con triunfos en las pruebas de atletismo y natación.
No oculta su nostalgia (¿Y quién no...?), en los cuadernos, carpetas, exámenes, libretas, diplomas y la "promoción sin fiestas, ni padrino".
Allí, reclama los cursos de iniciación técnica y trabajo manual en los colegios de la actualidad.
En animado pasaje de su adolescencia, relata la amistad con los inmigrantes japoneses del jirón Grau.
Explica el afán por enseñarle palabras como "ohayó": buenos días y "tomodachi": amigo, entre otras, que hasta hoy recuerda.
También, el añorado rostro de nuestra ciudad. Antaño, tranquila y segura. Conocida como "Capital de la cultura".
Y su mutación. A causa del nacimiento de poblaciones marginales, con "nombres metafóricos", para convertirse en "violenta e incontrolable".
La mano del maestro Saniel Lozano Alvarado en la edición, es evidente.
Murgia promete otro libro sobre sus experiencias de gobierno. Con avidez, lo esperamos...
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