"En un Estado verdaderamente libre, el
pensamiento y la palabra deben ser libres...".
Pronunció
el historiador romano Suetonio en los
albores de la era Cristiana.
Veintiún
siglos más tarde, aquel lejano y fascinante proverbio mantiene intacta su
vigencia.
Lo
habíamos seleccionado a propósito del 1 de octubre que se conmemora en el Perú
el Día del Periodista.
Quien,
según el premio Novel Gabriel García Márquez, desempeña el "oficio más bello del mundo...".
Y,
cuando nos alistábamos a decir ¡Salud...!
A solas, por la pandemia, el anuncio de un proyecto de ley hizo trizas el
anticipado entusiasmo.
Toda idea de brindis y festejo personal,
rodó por los suelos.
¿El
motivo...? Esta propuesta que, en síntesis, implicaría el control de contenidos en los
medios de comunicación por el gobierno.
La
Sociedad Nacional de Radio y Televisión alzó la voz señalando que "es una
norma muy peligrosa...".
El
Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), denunció que es una directa amenaza a la
libertad de expresión.
Ocurrió
lo mismo con el Consejo de la Prensa Peruana que, a comienzos de mes, se reunió
con el presidente.
El
canciller Oscar Maúrtua dijo: "Colisiona con los instrumentos multilaterales
de la ONU que consagra la libertad de expresión..."
La Defensoría
del Pueblo, como organismo autónomo, fue más contundente. Pidió al congreso archivar
el proyecto.
"La iniciativa legislativa carece de
fundamento, toda vez que no presenta sustento fáctico, ni jurídico...",
anotó en un comunicado.
Advierte
enseguida: "Podría derivar en un uso
arbitrario del poder por parte del Ejecutivo en situaciones de emergencia...".
Es
oportuno resaltar que la UNESCO defiende la libertad de expresión así como las libertades de prensa e información.
Y las
reconoce como el auténtico "indicador
de la transparencia y valores democráticos de un país...".