Tal vez ahora no se estila, pero.
¿Gozó usted alguna vez en una jarana criolla de la música acompañada con
elementos culinarios...?.
¿Donde el impacto de cucharas, vasos,
ollas, platos y demás, ponen el ritmo y sabor...?
Uno de sus más fervientes impulsores
fue Nicomedes Santa Cruz. Aquel moreno de oro. Creador de décimas y poemas.
Lo recordamos hoy porque, hace escasos
días, se cumplieron tres décadas de su vuelo al infinito.
Mediante investigaciones y estudios,
Nicomedes revivió el notable folclor afroperuano.
De paso, anticipándose a posteriores
corrientes, fue un ardoroso defensor del antirracismo.
Se lleva los aplausos con su décima
"De ser negro me alegro":
"De ser negro, como soy, me
alegro, ignorante es quien critica, que mi color sea negro, eso a nadie
perjudica...".
"Ni el color, ni la estatura,
determinan el sentir, yo he visto a blancos mentir, cual menguada y vil criatura...".
En
"A cocachos aprendí" evoca las peripecias que vivimos en la antigua
escuela primaria:
"A cocachos aprendí, mi labor de
colegial, en la escuelita fiscal, del barrio donde nací..."
Y electriza el gusto de la vida real
con "La pelona":
¡Cómo has cambiado pelona...!, cisco
de carbonería, te has vuelto una negra mona, con tanta huachafería....".
Ni la muerte escapa a su pluma,
"Nada en este mundo dura":
"El tiempo no se detiene, por
amor, ni por dinero, la muerte es su mensajero y muy tarde nos previene...".
"Basta que su mano frene nuestros
órganos vitales, después de los funerales, nos convierte en calavera...".
"Y, de esta triste manera, a
todos nos hace iguales...".
¿Quién no se conmueve con esas líneas...?.
Nicomedes es peruano. Como María
Negrón, Ricardo Palma, Clorinda Matto y muchos escritores más.
¿Qué esperamos para divulgar sus
obras...? Salgamos del letargo y empecemos a difundir la cultura que tanta falta
nos hace...
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