sábado, 19 de febrero de 2022

Ley de idoneidad en la función pública: ¡Omite autoridades del más alto nivel...!

La ley de idoneidad en la función pública no incluye a las autoridades del más alto                                                                          nivel. (Redes).

          Acaba de aparecer a la luz una legislación que cubre, a medias, un enorme vacío en la política nacional.

          Es la ley de idoneidad en el acceso y ejercicio de la función pública.

          Está orientada a que los cargos del Ejecutivo y Legislativo sean desempeñados por personas intachables.

          Es decir, por los profesionales más calificados y portadores de una elevada solvencia moral.

          Las exigencias son comprensible teniendo en cuenta la enorme responsabilidad de quienes deben  conducir el país.

          El dispositivo contempla a los viceministros, secretarios generales, titulares, gerentes regionales y municipales.

          También incluye a los funcionarios de libre designación considerados en los puestos de confianza.

          En todos los casos se fijan lineamientos mínimos como estudios, experiencia laboral y las respectivas restricciones.

          Entre las prohibiciones figuran sentencia en primera instancia por delito doloso o inhabilitación para ocupar cargos públicos.

          Los viceministros deben tener formación superior, 8 años de experiencia general y 5 específica en puestos directivos o jerárquicos.

          Similares parámetros rigen para secretarios de ministerios, titulares o adjuntos.

          Para los gerentes y directores regionales se requiere 5 y 3 años de experiencia general y específica. 4 y 3 en los municipios.

          Los servidores de confianza necesitan estudios superiores, 7 y 4 años de experticias y no exceder el 5 por ciento del personal.

          Sin embargo, sorprende que la flamante norma no establezca los mismos u otros requisitos para cargos más importantes.

          Es el caso del presidente, ministros, congresistas, gobernadores regionales y alcaldes.

          Se entiende que, por el compromiso y la naturaleza de su función, las exigencias deben ser mayores.

          Si anhelamos un país mejor, orientado en la ruta del desarrollo y el progreso, deben gobernarnos los más preparados y transparentes.

          Necesitamos autoridades honestas que, al margen de intereses o ideologías, trabajen por su único partido que es el Perú...

         

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