Justo hoy lunes 28, se cumplen ocho meses que el presidente Pedro Castillo asumió el cargo.
Y ahora, como entonces, volverá al hemiciclo. Esta vez, para definir su continuidad.
Es que, desde la designación y juramentación de su primer gabinete, los hechos no fueron como en anteriores ocasiones.
El acto fue pasadas las 10 de la noche. Asistieron 17 de los 19 ministros. Y no se permitió ingresar periodistas.
Al día siguiente, el primer punto de agenda del ministro de Trabajo fue reconocer al gremio magisterial del jefe de Estado.
Sorprendió que el flamante gabinete
estuviera integrado por ciertos ministros cuestionados por distintas razones.
Por presión del congreso y la prensa,
algunos fueron cambiados.
Sin embargo, el Ejecutivo insistió en
nombrar ministros y funcionarios carentes de capacidad e idoneidad.
Tal obstinación generó controversias con el
Legislativo. Entre censuras y reemplazos, desfilaron 50 jefes de cartera.
Al margen, investigaciones periodísticas
revelaron acciones irregulares no
aclaradas, supuestamente atribuidas al mandatario.
Esta situación devino en un permanente conflicto de poderes que no pasó desapercibido
a la esfera internacional.
La
agencia S&P Ratings rebajó la calificación de
Perú a BBB para su deuda de largo plazo en moneda extranjera.
Así,
nuestro país pasó a poseer la segunda puntuación más baja en grado de
inversión.
"El persistente choque político en Perú
está socavando los esfuerzos por mantener una sólida confianza de los
inversores y limitando la perspectiva de crecimiento,,,", señaló en un
comunicado.
La entidad
supervisora alude directamente que la pugna política afecta la credibilidad de
los inversionistas y dificulta el desarrollo.
Días antes, la
misma calificadora redujo la competencia de Petroperú al nivel de "Bono
basura". Otro problema.
Uno más. Acaba de
reducirse la calificación de los 5 bancos más importantes que operan en Perú.
¡Ojalá se
iluminen y adopten la decisión más acertada...!
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