Una
puerta de escape que originaría perder millones de soles al país, es el sistema
de contratación del servicio de consultorías.
Ocurre,
con frecuencia, cuando se trata de elaborar expedientes técnicos y supervisar
obras.
Esta
forma de reforzar la administración pública permitida por el Estado, ha sido
motivo de serios cuestionamientos.
Es
que, da la impresión, que los montos son elevados, prestándose a suspicacias.
Basta
mencionar que, hace unos meses, se reveló que el Ministerio de Educación gastó
728 millones en consultorías desde el 2012.
El
sector Salud no se quedó atrás y registró 260 millones por el mismo concepto.
Con
cifras menores, similar figura se presenta en varios gobiernos regionales.
Por
ejemplo, según el portal Transparencia del Gobierno Regional de La Libertad, en
la gestión anterior se gastó veinte millones.
Y,
en la que le precedió, doce millones. Siempre en consultorías.
En
lo que va del año, según la referida página virtual, con igual modalidad, ya se
invirtió cerca de siete millones de soles.
El
servicio, casi en su totalidad, está dirigido al mejoramiento y ampliación de
la infraestructura de centros educativos.
Al
respecto, el gerente de la Región informó que se recurre a este tipo de
contratos por carecer del equipo técnico suficiente para supervisar obras.
Añadió
que la norma impide contratar locadores para esa labor, lo que fue comunicado
al ministerio de Economía.
Esto
abre la posibilidad que las universidades impulsen la carrera de consultoría en
gestión pública. A simple vista, se le ve muy rentable.
Y,
que los gobiernos regionales coordinen con esos centros de formación
profesional para captar a quienes logren los premios excelencia.
En
cuanto al personal existente, prepararlo mediante intensivos procesos de
capacitación.
Así,
los consultores serán de planta. Y, ya no habrá necesidad de contratar y pagar
a gente de fuera.
No esperen la respuesta de Lima. Tomen la
iniciativa. Se está gastando demasiado dinero en consultorías.
Al final, dirán con orgullo. ¡Estos millones ahorramos
sin consultores externos...! ¡Veamos ahora en qué podemos invertirlos...!
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