sábado, 27 de enero de 2024

El sindicato que anhelan los jubilados: ¡Como el de los afortunados trabajadores del Congreso...!

       Nadie se acuerda, ni reclama por ellos...         

  

             En una entrevista a la excongresista Gloria Montenegro, con Víctor Gil en el noticiero Réplica, dijo esta frase que se me quedó grabada:

             -- Al ingresar al Congreso, uno se encuentra con gente que se cruza. Va en una y otra dirección y no se sabe a dónde.

            Laboran allí, cerca de 4.000 empleados agrupados en un sindicato.

            Ganan muy bien. Tienen asegurado su futuro y el de su familia. Pero,  no están contentos. Siempre quieren más.

            Consiguen aumentos y bonificaciones gracias a pactos colectivos renovables cada dos años.

            Obtienen bonos de opulencia. Como los diez mil soles del año pasado. Del que se aprovecharon los congresistas.

            Son tan afortunados que, desde este mes, su sueldo subió el 15 % y tendrán un pago adicional equivalente a una UIT (5.150 soles).

            También, otro añadido mensual de 200 soles.  Y en diciembre su aguinaldo navideño se eleva de 1,700 a 1,900 soles.

             El convenio incluye la recepción de un terno por año. Con tanta ropa, pronto abrirán su sastrería.

            Frente a esa abundancia, están los cesantes y jubilados del sector público cuya realidad es  lacerante y hasta contradictoria.

            Al extremo que, en lugar de aumentarles el sueldo, les disminuyen.

            Quienes pertenecen a la ley 20530 cuentan con un "aumento" de 30 soles al año y tenían el subsidio del Fonahpu.

            Cuando su remuneración llegó  a  mil soles, les arrebataron por completo.

            Los servidores del Congreso gozan de un sueldo íntegro por Navidad. Los pensionistas reciben 300 soles. Les entregan en enero. Y, con descuento.

            Ahora esperan, como maná, recuperar sus aportes al Fonavi para resistir la recesión que hace trizas sus esperanzas.

            Su frágil cuerpo carga a cuestas el peso de los años y sus problemas. Las enfermedades son sus fieles amigas.

            Los que todavía pueden, caminan solos y desprotegidos. Pocos los respetan. Nadie se acuerda, ni reclama por ellos.

            Su sueño mágico es tener, algún día, un sindicato. Así como los trabajadores del Congreso.

            Aunque, tal vez, la vida no les alcance...

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