sábado, 3 de agosto de 2024

Lo que nos dejaron las Fiestas Patrias: ¡Mensaje difuso, poco sobre inseguridad e insólitos momentos...!

Parada Militar. Boluarte y Salhuana, en uno de los pocos instantes que no usó el celular. (Expreso).

            

          Pasaron las esperadas Fiestas Patrias. Celebración especial para la presidenta, ministros, congresistas, funcionarios y autoridades.

            Porque ellos suelen recibir como gratificación un sueldo completo. A manos llenas y bolsillos repletos.

            El resto, la gran mayoría, miramos arriba. Hacia el cielo y como no cae nada, nos pasamos la saliva.

            Dina Boluarte trató de justificar el alto cargo, creyendo que mientras más extenso fuera su discurso, iba a convencer a la ciudadanía.

            Pero, se equivocó. Pues hasta el mensaje lo elaboraron mal sus asesores. Demostraron una pésima capacidad de síntesis.

            Careció de precisión, orden y método. Una muestra: la repetición de proyectos.

            Antes de transcurrir una hora, los ministros se dormían y los congresistas formaban cola para abandonar el hemiciclo.

            Entre los presentes, unos se entretenían con el celular. Otros, conversaban como si estuvieran en la plazuela. No faltaron los comelones.

            Los más vivos, faltaron. Prefirieron la comodidad de su casa, Abrigados entre sábanas y colchas, antes que sufrir por el frío de la gélida mañana.

            Tenían la obligación de asistir. Para eso reciben un dineral. Deben aplicarles una fuerte multa. Poseen plata de sobra para pagarla.

            No gustaron los anuncios de Boluarte contra la inseguridad, solicitada a gritos. Dijo generalidades. No basta con cambiar de nombre al ministerio.

            Faltó un plan inmediato sobre la vital coordinación entre policía, Fiscalía y Poder Judicial. Pregúntenle al coronel Víctor Revoredo.

            El mismo 28, fueron los comicios en Venezuela. Pensar que un expresidente, una candidata y legisladores, apoyan a Maduro. ¡Increíble...!

            Boluarte acudió a la Parada Militar luciendo, a cuatro vientos, su vaporosa falda de Chalhuanca. Se le notó sonriente.

            A su lado, Salhuana, flamante presidente del Congreso, hablaba por celular con su familia y citaba a los amigos. Aplaudía con el móvil en la mano.

            Ni le pregunten por lo que vio desde el estrado oficial, porque solo hizo presencia. Estuvo en otro mundo.

            Fueron para exhibirse el wayki que le "regaló" relojes y joyas a Dina y un enjuiciado pretendiente a la presidencia. Y, lo felicitaban. ¡Vaya gente...!

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