Imaginamos que los presidentes peruanos se alimentan y viven bien. La presunción se confirmó en el gobierno de Castillo.
Carne de pavo, res, cerdo y pollo. sin vísceras. Quesos,
embutidos, bebidas y productos de calidad para la familia presidencial.
Con Dina Boluarte, sucesora
de quien purga prisión preventiva por golpe de Estado fallido y demás casos, es
igual.
El poder, como el dinero, obnubila a algunos mortales. Y, los
impulsa a ignorar la realidad.
Como el exabrupto de la presidenta sobre el efectivo valor de la
canasta básica familiar.
Ocurrió en el acto de entrega de la subvención a
Organizaciones de Mujeres Agrarias, en La Molina.
“A veces, con 10
solcitos hacemos sopa, segundo y hasta postrecito. Nos la inventamos. Así somos
las mujeres”,
pronunció Boluarte.
Sus palabras motivaron la
crítica de las conductoras de los comedores populares, que recurren a
donaciones para atender.
Los más radicales, estimaron
que acuñó la que sería, hasta el momento, "la frase más infeliz de toda
su gestión".
Según el INEI, la pobreza monetaria en
Perú superó el nivel de pandemia en lo que va del gobierno actual.
El ministro de la Producción
justifico la frase diciendo que fue sacada de
contexto,
pues busca "fomentar" el "espíritu luchador que tienen las
mujeres".
Por
su parte, el vocero presidencial señaló que Boluarte utilizó una metáfora que
fue “descontextualizada”. Lo mismo.
En cambio, la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima, las rechazó y consideró una “burla a la pobreza”.
"Nosotras no contamos con presupuesto
de diez soles por persona. Apenas llegamos a poco más de dos por ración", explicó.
Los
funcionarios defienden su sueldo. Ella, la verdad. Todo, en torno a un menú que
jamás se consumirá en Palacio...