Creíamos siempre que la expresión: "Nadie está contento con lo que tiene", se refería solo al aspecto económico.
El tiempo y el adelanto científico,
demostraron lo contrario.
Antes, una persona que se sentía incómoda
o poco atractiva por cierta parte de su cuerpo, aguantaba hasta la tumba.
Hoy es distinto: Si ún gordo quiere
lucir mejor, se opera la pared abdominal
o somete a una liposucción y... listo.
Si una chica es "cuadrada",
le extraen las costillas flotantes y reaparece con una envidiable "cinturita
de avispa".
Lo más reciente de la cirugía apunta a
los labios. Es "tendencia".
Jóvenes que creen que los suyos son
muy delgados, van a la clínica y salen con la jeta gruesa. Eso sí, para todo,
hay que tener billete..
De esa manera "avanza" el
mundo. Tratando de desafiar el curso
natural de la vida. Ninguno quiere verse fea ò viejo.
La presidenta, involucrada en
cuestionados casos, no fue ajena a esta novedosa corriente comercial de banales
cambios.
A mediados del año pasado, se sometió
a una rinoplastia. Término galeno de una intervención a la nariz.
Entonces, nadie lo supo. Hace poco, el
expremier Otárola sostuvo que la mandataria le confesó que era por un problema
respiratorio.
Eso, alteró los ánimos en el Legislativo.
Incluso, se
pidió la vacancia.
La Fiscalía ya le abrió investigación
preliminar por el presunto delito de abandono de cargo y no informar al
Consejo de Ministros, ni al Congreso.
El
alboroto se evitaba, si Boluarte no se dejaba atraer por la vanidad.
Tampoco,
si el Jurado Nacional de Elecciones impedía que Perú Libre participe en los
comicios del 2021.
La
causa. Presentar una plancha presidencial incompleta. Con un solo
vicepresidente. Debieron ser dos...
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