Sin incluir a 5 del Parlamento Andino y los 130 congresistas, el Legislativo tiene 390 trabajadores. ¡Demasiado...!
Conocemos la "labor" de la mayoría de ellos. Que
no sancionan las infracciones de nadie, la buena vida y un futuro asegurado.
Siguen su mal ejemplo, los servidores sindicalizados que
saborean los beneficios congresales y otros más. De ensueño, para cualquier
ciudadano.
Hicieron noticia, luego de la reciente recepción de un bono
por 20 mil soles. Igual al del año pasado.
Alejandro
Soto, expresidente del Congreso, explicó que ambos se calcularon al "cierre de pliego en compensación a
horas extras no pagadas".
A él,
no le pareció elevada la cantidad del bono. ¡Cruel falta de respeto en la
custodia del erario nacional...!
Aparte
de ganar muy bien, con viáticos y todo, los trabajadores disfrutan de asignación
anual por vestimenta de 200 soles.
El
secretario general del sindicato recibe 20,198 soles al mes y, feliz de su
suerte, goza de licencia desde el 2020, según un diario capitalino.
Sobre su supersueldo, él declaró: "Me parece que es poco.
En otras instituciones, unos asesores ganan 25 o 30 mil soles".
Patricia
Juárez. primera vicepresidenta del Congreso, admitió que hay un "incremento inusitado y exagerado del
personal", en los últimos años.
Afirmó
que la institución "podría funcionar
perfectamente con el 50%" de la gente actual. ¿Y por qué no despiden
al resto...?.
. Fieles
a su estilo, los congresistas miran arriba, antes de acabar con el escandaloso
exceso.
Todo
debe partir de ellos. Siendo conscientes que 7 asesores para cada uno, es un
abuso. Hagan algo. ¡Capacítense...!.
Si
esto no se arregla hoy, la "agencia de empleos" crecerá el 2026. Con
las dos cámaras.
Reorganizar y reducir el personal es una obligación. ¡No
despilfarren el dinero de todos los peruanos...!
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