Con menos del cinco por ciento de aprobación ciudadana, el actual Congreso reúne los requisitos para convertirse en el más impopular.
Por
su personalismo y egocentrismo. Y la
errónea concepción que ser legislador, es representarse a sí mismo.
Quedó
demostrado a lo largo de estos casi cuatro años de opaca gestión. Salvo escasas
excepciones.
Especializados en promulgar
leyes a su favor, acordaron que cuando se les abra carpetas fiscales, el Estado
pague a sus abogados.
Los
recientes protagonistas de este vergonzoso auxilio, son Kelly Portalatino, Luis Cordero, Patricia Chirinos e Hilda Portero
Se les acusa, de manera
preliminar, por presuntos delitos de tráfico de influencias o participar en una
organización criminal.
Por
acuerdo previo, el Congreso asumirá los
gastos para contratar la defensa y asesoría legal de los cuatro parlamentarios
Lo mismo se hará con los miembros de otras bancadas que son investigados por la Fiscalía.
La medida consta en cuatro acuerdos
adoptados por la Mesa Directiva del Legislativo el 11 de marzo último.
El año pasado, similar privilegio fue
concedido a Alejandro Soto, Luis Kamiche; Óscar Zea y Céar Revilla.
En ese caso, los servicios implicaron
un desembolso de 189 mil soles.
Hasta el momento,, son alrededor de
ochenta parlamentarios en la misma condición. Lo que representa una inversión significativa.
Todo surge debido al copioso
presupuesto otorgado al Congreso. Que será millonario a partir de agosto del
próximo año.
Los congresistas ganan mucho dinero.
Pero, indolentes. Fieles a su estilo, aprobaron la fórmula ideal para no
afectar su ganancia mensual.
Si cometen actos ilegales, lo correcto
es pagar por sus faltas y no utilizar el dinero público. Indispensable en muchos
lugares....
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