Lo anticipamos en nuestro último artículo. Destacamos que era una de las prioridades de Dina Boluarte.
Esperar ilusionada el incremento de su sueldo, en lugar de desvelarse por lidiar contra el delito y atender los problemas del país.
Tras una resolución de Servir oficializada, pasará de ganar 15,600 a 35,568 soles. Doble y ripio de yapa. ¡Salió con su gusto…!
En dos semanas, con motivo de Fiestas Patrias, le faltarán manos para llenar su fina cartera con más de 70 mil soles.
Cantidad brutal para los abandonados cesantes y jubilados estatales de la ley 20530. Que se morirán antes que les suban siquiera 50 soles.
Y cuidado, que esto puede ser la punta del hilo de una avalancha de solicitudes por aumentos en el sector público.
De acuerdo a ley, al término del ejercicio, su pensión vitalicia como expresidenta, será igual al último sueldo.
Significa que, en forma permanente, tendrá una jubilación de 35,568 soles. Quedará asegurada de por vida. Y sobra.
Toledo, hoy en la cárcel, recibía 42 mil soles hasta el 2006, en que el gobierno de García lo redujo en 15,600.
La prensa extranjera fue implacable. “Se duplica el sueldo en medio de escándalos e impopularidad récord”, publicó uno. Otro, “Una lisura”.
El incremento de sueldo de Boluarte ocurre en medio de una clamorosa desaprobación que supera el 90%.
Según Guillermo Loli, director de opinión de Ipsos, los indicadores revelan que apenas 4 de cada 100 peruanos aprueban su gestión.
Las negativas cifras son el resultado de una pobre función y una serie de casos no aclarados que la involucran.
Como los Rólex, el Cofre, su hermano Nicanor y los aderezos de belleza.
Dina nunca imaginó que un autogolpe la ungiría en el sillón presidencial y ahí cambiaría su vida. Es una mujer con suerte. No cabe duda…
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