Termina el 2017. Un año en el que pasó
de todo.
Hubo emociones intensas diversas. Como
la clasificación de Perú al Mundial de Rusia 2018, después de 36 largos años de
intentos fallidos.
Allí, no más, la angustia generada debido
a la suspensión, por un año, de Paolo Guerrero, el astro de la bicolor,
decretada por la FIFA.
El hombre que se esforzó al límite por
llevarnos, no iría a la gran fiesta
futbolística mundial.
Pero, la alegría retornó al saber que
la pena quedaba reducida a seis meses. Paolo estará con la blanquirroja en
Rusia.
Profunda tristeza y desolación en el
norte del Perú, ocurrió a mediados de marzo por los desbordes e inundaciones
del fenómeno del Niño Costero.
Las aguas, causando destrozos,
atravesaron siete veces Trujillo y llegaron a Buenos Aires. Hasta ahora hay
damnificados que viven bajo precarias carpas.
El ambiente político se puso tenso
cuando el presidente Kuczynski estuvo a punto de ser vacado y fue salvado por
diez votos fujimoristas.
Tres días después, sorprendiendo a
muchos, decretó el indulto humanitario a Alberto Fujimori, quien cumplía una
pena de 25 años.
La medida polarizó al país y se
desataron sucesivas manifestaciones de protesta de la que se aprovecharon
grupos extremistas.
Ministros y congresistas oficialistas
renunciaron a sus cargos expresando su desacuerdo con la medida.
En medio de ese panorama de
inestabilidad e incertidumbre en las altas esferas del gobierno llega el fin
del 2017 y el inicio del 2018.
Nuestro deseo es que, el año que
comienza, los ánimos se calmen y, sobre la base de la razón, nos encaminemos
por la ruta del progreso.
Igualmente, que la investigación sobre
Lava Jato sea profunda, imparcial y oportuna. No retarde permitiendo fugas y los
responsables afronten el veredicto judicial.
Anhelamos que se garantice la
seguridad ciudadana, disminuyan los índices de violencia, asaltos en las
carreteras, termine la corrupción, el narcotráfico, la minería ilegal, sancione
a los culpables y no haya impunidad.
Que culminen los procesos judiciales contra Martín Belaunde, Rodolfo Orellana, César Álvarez, Roberto Torres y Gerard Oropesa (Transcurrieron más de dos años y no se sabe nada de ellos).
.
Que no existan más congresistas
vinculados a escándalos, su trabajo sea efectivo, eliminen exagerados regalos
que reciben y recuperen la confianza ciudadana.
Que, en virtud de la transparencia,
los funcionarios presenten la declaración jurada de ley sobre sus ingresos,
rentas y propiedades ante la Contraloría General y se publiquen en los portales
oficiales.
En el deporte, que Perú tenga una
destacada actuación en el Mundial de Rusia 2018.
A nivel regional, empezat de una vez
los trabajos de reconstrucción, completar la Autopista del Sol y ejecuten los proyectos
asfálticos de las carreteras al interior.
Encontrar una solución definitiva al
problema de la erosión costera en los balnearios Las Delicias, Buenos Aires y
Huanchaco.
Utilizar con eficiencia las partidas
otorgadas por el gobierno central para evitar devolverlas por falta de
capacidad técnica y de inversión.
En el orden local, lograr lo que no
hizo ningún alcalde de Trujillo. Paraderos fijos en el transporte público y
aplicar las ordenanzas sobre zona rígida el centro histórico y prohíbe las bocinas
a los conductores de vehículos.
Despejar las calles y avenidas de
ambulantes, renovar las combis por buses y retirar los contaminantes vehículos
antiguos.
Designar una melodía que identifique a
los compradores de chatarra, vendedores de fruta y afiladores de cuchillos, garantizando
la tranquilidad ciudadana.
¿Y los bloqueadores del penal El
Milagro...?
¡Adiós 2017…! ¡FELIZ AÑO NUEVO 2018…!