Guerrero y Cueva con la bicolor. Paolo reprendió a Christian por su irresponsabilidad con el Sao Paulo. Muy bien.
Alguien
tenía que hacerlo. Y fue Paolo Guerrero, el capitán de la selección peruana.
Christian
Cueva acaba de superar tensas semanas con su club Sao Paulo debido,
exclusivamente, a su indisciplina.
Tras el
triunfo por dos a cero frente a Nueva Zelanda que dio a Perú el pase a Rusia
2018, el volante nacional llegó a Brasil retrasado. Se le perdonó.
Sin embargo, volvió a lo mismo. Luego del descanso por navidad y año nuevo, repitió esa negativa conducta.
Seis injustificados
días de tardanza, lo arrinconaron en el banco de suplentes. En algunos partidos
ni siquiera fue convocado.
Felizmente,
las aguas se calmaron. Regreso al titularato. Anotó un gol de penal y terminó
pidiendo perdón a la hinchada.
"Me insultó mucho. Primero me llamó para calmarme y para que pensara
en las cosas. Hablé casi 45 minutos con él y realmente me sirvió esa charla...", sostuvo.
Así que no debe quejarse por
que un buen amigo lo busca para llamarle la atención a causa de su mal
proceder.
Cueva dice que le sirvió el consejo. Ojalá que así sea. Porque en el deporte como el cualquier actividad de la vida, debemos ser responsables.
Un
futbolista es ídolo en la cancha y fuera de ella. Y eso se demuestra con un
proceder correcto y ejemplar.
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