lunes, 20 de agosto de 2018

Contra la corrupción: ¡Inmunidad para nadie…!

Los congresistas no deben tener inmunidad si se desea luchar contra la corrupción.

          Conceptualmente, inmunidad es el privilegio por el cual ciertas personas quedan libres de determinados cargos, obligaciones, oficios o penas.

          La modalidad nació en la política inglesa y como algunos quisieron aprovecharse, se le arrebató el sentido absoluto.

          Quedó, de esta manera, como una protección a la libertad personal ante las acciones judiciales de carácter civil,  pero no penal.

          En caso que el legislador cometiera una acción dolosa, el poder Judicial solo informa al parlamento las causas y sentencias aplicadas.

          La inmunidad en su verdadera acepción, según el jurista Derik Latorre, protege al "cuerpo legislativo como tal, pero no a sus miembros en particular".

         El sistema funciona de maravillas en las democracias sólidas que, fatalmente, no es el caso del Perú.

          Aquí, los congresistas se acogieron a esta facultad en la interpretación que más les favorece. Utilizan la inmunidad para todo. Como una coraza.

          Surge allí la contradicción en torno a que quienes representan al pueblo se diferencian de sus electores desde que ejercen la función.

          Por eso, las recientes declaraciones de Víctor Prado, presidente del poder Judicial, adquieren especial valor.

          Él afirmó que los jueces, fiscales y congresistas tienen muchos beneficios y deben eliminarse en el momento de ser juzgados.

          Añadió que es necesario suprimirlos porque “todo funcionario público que comete un delito tiene que enfrentar la justicia…”

          Es la primera vez que un alto representante de la legalidad en el país se pronuncia en términos tajantes sobre este delicado tema.

          Coincide así con el sentimiento de las mayorías que observan con estupor como legisladores y funcionarios se refugian en la inmunidad.

          Peor aún, en una época como la actual en que, a raíz de los audios de la vergüenza, se corrió el velo de la corrupción en el ámbito del derecho.

          Prensa Virtual Trujillo ll, concordó con las palabras de Prado a través de artículos editoriales publicados con anterioridad.

          En la nota del 28 de julio último, “Mensaje presidencial: Compromete voluntad popular”, señalamos que el referendo  debió incluir la anulación de la inmunidad.

          El mandatario recibió el respaldo popular solo invocando liquidar la reelección de los parlamentarios.

          Sin embargo, si agregaba que se desprendan de esa prerrogativa, cerraba su discurso haciendo historia.

          Mucho antes, el viernes 20 de abril, con el título: “En tiempo de corrupción: Privilegios para nadie”, indicamos que el beneficio debe derogarse.

          Lo expresado entonces se corrobora con el trascendental pedido del presidente del poder Judicial.

          Tanto los congresistas, como los altos funcionarios del gobierno, desempeñan labores que podrían prestarse a cometer algún desliz.

          Tal como lo evidencian los audios que aparecen cada día con nuevos protagonistas.

          Existen incluso casos de representantes de la ley comprometidos en las grabaciones que no pueden ser detenidos por gozar de ese blindaje.

          Esto raya en lo insólito. Todo por atribuciones concedidas a personas que pudieron calificarse de incólumes, pero defraudaron al pueblo peruano.

           Porque, si se desea luchar de verdad contra la corrupción, no debe haber inmunidad para nadie…

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