Tras cuatro años para el olvido en la conducción de la ciudad y la región, surge la esperanza que el año que se inicia sea mucho mejor...
Se
acabó el año 2018. Jubilosos y esperanzados recibimos el 2019 con el sincero
deseo que, al final, resulte mucho mejor.
Sumado
al aliciente de iniciarlo con nuevas autoridades municipales y regionales a
nivel nacional.
Justo
en ellos depositamos esa confianza de desarrollo y progreso que tanto urge esta
región del país.
Entre
ellos, a nivel local, aspiramos ver pronto un Trujillo limpio, verde, ordenado
y seguro. Como siempre fue.
En el
primer punto, además del alcalde y el ente responsable, estamos comprometidos
los mismos ciudadanos.
¿Cómo...?
Sacando la basura en el horario correspondiente. Dejar de acumularla en las
esquinas, avenidas y parques.
Y algo,
que parece intrascendente pero es igual importante, guardando en el bolsillo el
papel, plástico o estuche de lo que consumimos en la calle.
El
orden parte del respeto a los demás, a las normas establecidas y el compromiso
cívico.
La
seguridad compete a los gobernantes y nos involucra evitando exponernos al
peligro.
Respecto
a La Libertad, la colectividad ansía que el gobierno regional se sacuda y
repotencie desempeñando sus obligaciones.
Trabajar
con ahínco desde el primer día. No perder el tiempo en ridículos desencuentros
entre gobernador, gerente y consejo regional.
Parte
del desafío incluye planes urgentes para desgajar de la pobreza extrema a
Julcán, Curgos y Condormarca.
Dejar
en el olvido, sin obviar investigar, esa desgraciada estela de incapacidad de
gasto que puso marca indeleble a la gestión fenecida.
¡Demuestren
que poseen la idoneidad y el talento suficientes para retomar el camino hacia
la prosperidad...!
Algo de
esa propuesta fue anunciada por el flamante gobernador en el acto de entrega de
credenciales del Jurado Nacional de Elecciones.
Educación,
salud y carreteras serán los pilares de su administración. Le tomamos la
palabra.
Cerramos,
con pesar, casi un quinquenio perdido en el ejercicio municipal y regional.
Pero, se abre el espectro de un futuro promisor.
Trujillo
y La Libertad exigen mucho más de lo que ahora tienen. ¡Que así sea...!
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