sábado, 22 de diciembre de 2018

Noble gesto de una reina devuelve confianza en el ser humano

H'Hen Nié, Miss Vietnam, en la imagen de promoción. A lado, con su madre en su humilde hogar. Por dentro, un corazón magnánimo... (Correo).


          En un mundo dominado por el egoísmo, la ostentación y el lujo, los actos de nobleza devuelven la confianza que aún podemos cambiar.

          O, por lo menos, queda el mensaje que no todos lo que habitamos el planeta, somos iguales.

          El caso fue protagonizado por H'Hen Nié, Miss Vietnam, incluida entre las cinco tops del concurso Miss Universo 2018 en Tailandia.

          Cuando fue elegida soberana de su país tuvo el noble gesto de donar los diez mil dólares que recibió para becas a los mejores estudiantes.

          Y, antes de partir para intervenir en el certamen, hizo la promesa a su madre que haría algo similar en caso de lograr un puesto importante.

          No ganó, pero estuvo entre las cinco preferidas, por lo que los patrocinadores del evento le entregaron un millonario premio.

          El dinero no la deslumbró. Al contrario. Cumpliendo la palabra empeñada a su madre, lo entregó a las familias más necesitadas de su país.

          Lo trascendente es que a ella el dinero no le sobra. Tal vez le hubiese servido para adquirir una lujosa mansión.

          No fue así, como lo demuestra en su cuenta de Instagram donde aparece a lado de su progenitora que cocina con leña.

          En la leyenda de una de las fotos escribe: "Me encanta este momento con mi madre y mi dulce hogar..."

          Tampoco la vida de H'Hen fue fácil. A los 14 años tuvo que luchar contra la tradición y se opuso a contraer matrimonio.

          En esa oportunidad explicó a sus padres que no lo haría porque deseaba cumplir sus sueños.

          Aunque en ocasiones es difícil concretarlos cuando el dinero escasea.

          Sin embargo, la chiquilla de entonces no se encerró en su casa esperando que la suerte le llegara del cielo.

          Se empleó para trabajar en una cafetería y pagar sus estudios de finanzas donde volvió a tener dificultades económicas antes de concluir.

          Sin profesión, era complicado conseguir  un empleo de categoría. Tuvo que hacerlo como trabajadora doméstica. Así terminó su carrera.

          Animada por unas amigas postuló como candidata para representar a Vietnam al reinado de Miss Universo. Ganó el evento.

          Ahora, su historia de bondad y proyección hacia los más pobres, conmueve al mundo.

          Prefiere ser auténtica y vivir con lo necesario. Al final, sostiene sonriente: "Lo demás es pura vanidad..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario