jueves, 18 de julio de 2019

¡Te extrañamos, Víctor Hugo…!

Víctor Hugo Paredes, el día de la última entrevista que nos concedió. Su anhelo era estar presente en este histórico aniversario.


          Medio siglo de exitosa trayectoria cumplió el miércoles 17, SATÉLITE, el vespertino que Usted, amigo y fiel lector, tiene todos los días en sus manos con las noticias más frescas y recientes.

          El tiempo, según reza un antiguo y sabio proverbio, se escurre como el agua entre los dedos de las manos.

          Es que tenemos presente aún la luminosa impresión que todo ocurrió hace muy poco.

          Que de los infatigables talleres del Grupo La Industria emergió por primera vez nuestra popular publicación vespertina.

          Meses atrás de ese trascendental momento, el visionario del periodismo Embajador de Perú en Uruguay, Dr. Vicente Cerro Cebrián, había incorporado el novísimo sistema offset integral.

          La implementación y una flamante rotativa redujeron al mínimo el tiempo de impresión y dejó abierta la posibilidad de utilizarla en otra valiosa alternativa.

          Diálogos, entrevistas, encuestas, estudios de factibilidad y demás. Todo se orientaba a lanzar otra publicación, incluyendo suplementos y hasta libros.

          El ánimo se acrecentó y adquirió fuerza al comprobar que el mundo vivía el boom de los vespertinos y el Perú no era la excepción.

          Con amplio apoyo empresarial y la decisiva participación del comandante Alfonso Burga Tello, uno de los más entusiastas ejecutivos, el plan se puso en marcha.

          No se dejó nada al azar. Fueron formalizados los preparativos, cumplieron las fases previas y ejecutadas las pruebas del caso.

          Y nació SATÉLITE, con su primer director Lorenzo Kcomt Kooseng  quien, con agudeza noticiosa y primicias, lo hizo abrirse paso en la preferencia de la colectividad.

         Le sucedió en la posta Víctor Hugo Paredes con informaciones de actualidad, destapes y columnas de peso, que aumentaron la popularidad y tiraje del periódico de la tarde.

         Para conseguirlo, convirtió la sala de redacción en una extensión de su hogar. Basta decir que pasaba más tiempo en la empresa que en su casa.

          Mantuvo esa forma de vida durante más de un cuarto de siglo. ¡Y se sentía muy a gusto…!. Me lo confesó él mismo en varias oportunidades.

          Víctor Hugo vivía para SATÉLITE y el puñado de redactores que tenía siempre a lado suyo en las tardes, noches y mañanas. Justo a la crucial hora del cierre.

          Era bueno como periodista y director. Aprovechó su experiencia para adelantarse en conocer dónde estaba la noticia y qué debía comisionar a sus reporteros.

          En el ámbito interno, tenía capacidad única para resolver los repentinos problemas vinculados a la edición. Incluso aquellos que se presentaban en el momento menos esperado.

          Se dio tiempo también para solucionar los conflictos personales y hasta familiares que podrían afectar el rendimiento de algún miembro del equipo.

          Pero, igualmente fue bueno como persona. Tanto, que era imposible decirle “no” las veces me pedía escribir algún artículo.

          Resulta que lo hacía de una manera por demás original y propia. Con esa graciosa sonrisa suya escondida bajo sus infaltables y tupidos bigotes.

          Y, para complementar su recuerdo, Víctor Hugo Paredes fue leal y generoso. Único como amigo. Si no, que lo digan los integrantes del personal de talleres.

          Al conmemorarse hoy los cincuenta años que tanto añoraste celebrar con tu gente, te decimos que siempre estarás aquí Víctor Hugo. Con todos nosotros.

          A la hora de las risas, la alegría, los brindis y los aplausos, habrá un instante póstumo de silencio en tu memoria.

          En este inolvidable día aniversario. Por todo aquello que diste a SATÉLITE y sus lectores. Solo en tu honor, queremos hacer algo diferente.

          Apagaremos los celulares. Abandonaremos el teclado y el monitor. ¡Que se detenga la rotativa…!

          ¡Te echamos de menos, mi querido Víctor Hugo…!

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