Víctor Hugo Paredes, el día de la última entrevista que nos concedió. Su anhelo era estar presente en este histórico aniversario.
Medio siglo de exitosa trayectoria
cumplió el miércoles 17, SATÉLITE, el vespertino que Usted, amigo y
fiel lector, tiene todos los días en sus manos con las noticias más frescas y
recientes.
El tiempo, según reza un antiguo y
sabio proverbio, se escurre como el agua entre los dedos de las manos.
Es que tenemos presente aún la
luminosa impresión que todo ocurrió hace muy poco.
Que de los infatigables talleres del
Grupo La Industria emergió por primera vez nuestra popular publicación
vespertina.
Meses atrás de ese trascendental momento,
el visionario del periodismo Embajador de Perú en Uruguay, Dr. Vicente Cerro
Cebrián, había incorporado el novísimo sistema offset integral.
La implementación y una flamante rotativa
redujeron al mínimo el tiempo de impresión y dejó abierta la posibilidad de
utilizarla en otra valiosa alternativa.
Diálogos, entrevistas, encuestas,
estudios de factibilidad y demás. Todo se orientaba a lanzar otra publicación,
incluyendo suplementos y hasta libros.
El ánimo se acrecentó y adquirió
fuerza al comprobar que el mundo vivía el boom de los vespertinos y el Perú no
era la excepción.
Con amplio apoyo empresarial y la decisiva
participación del comandante Alfonso Burga Tello, uno de los más entusiastas
ejecutivos, el plan se puso en marcha.
No se dejó nada al azar. Fueron
formalizados los preparativos, cumplieron las fases previas y ejecutadas las pruebas
del caso.
Y nació SATÉLITE, con su primer director
Lorenzo Kcomt Kooseng quien, con agudeza
noticiosa y primicias, lo hizo abrirse paso en la preferencia de la
colectividad.
Le sucedió en la posta Víctor Hugo
Paredes con informaciones de actualidad, destapes y columnas de peso, que aumentaron
la popularidad y tiraje del periódico de la tarde.
Para conseguirlo, convirtió la sala de
redacción en una extensión de su hogar. Basta decir que pasaba más tiempo en la
empresa que en su casa.
Mantuvo esa forma de vida durante más
de un cuarto de siglo. ¡Y se sentía muy a gusto…!. Me lo confesó él mismo en
varias oportunidades.
Víctor Hugo vivía para SATÉLITE y el
puñado de redactores que tenía siempre a lado suyo en las tardes, noches y
mañanas. Justo a la crucial hora del cierre.
Era bueno como periodista y director.
Aprovechó su experiencia para adelantarse en conocer dónde estaba la noticia y qué
debía comisionar a sus reporteros.
En el ámbito interno, tenía capacidad
única para resolver los repentinos problemas vinculados a la edición. Incluso
aquellos que se presentaban en el momento menos esperado.
Se dio tiempo también para solucionar los
conflictos personales y hasta familiares que podrían afectar el rendimiento de algún
miembro del equipo.
Pero, igualmente fue bueno como
persona. Tanto, que era imposible decirle “no” las veces me pedía escribir algún
artículo.
Resulta que lo hacía de una manera por
demás original y propia. Con esa graciosa sonrisa suya escondida bajo sus
infaltables y tupidos bigotes.
Y, para complementar su recuerdo,
Víctor Hugo Paredes fue leal y generoso. Único como amigo. Si no, que lo digan
los integrantes del personal de talleres.
Al conmemorarse hoy los cincuenta años
que tanto añoraste celebrar con tu gente, te decimos que siempre estarás aquí
Víctor Hugo. Con todos nosotros.
A la hora de las risas, la alegría,
los brindis y los aplausos, habrá un instante póstumo de silencio en tu memoria.
En este inolvidable día aniversario. Por
todo aquello que diste a SATÉLITE y sus lectores. Solo en tu honor, queremos
hacer algo diferente.
Apagaremos los celulares. Abandonaremos
el teclado y el monitor. ¡Que se detenga la rotativa…!
¡Te echamos de menos, mi querido
Víctor Hugo…!
No hay comentarios:
Publicar un comentario