La carrera de maratón en los Panamericanos dejó una lección para Trujillo que debemos aprender. (Andina).
La trasmisión televisada de la maratón por los Juegos
Panamericanos que dio el oro a Gladys Tejeda y Christian Pacheco, nos dejó una
lección.
Debido al extenso recorrido de los deportistas, las cámaras
enfocaron por aire y tierra diferentes sectores de la capital.
Observamos que el panorama urbanístico de Lima para los
habitantes y turistas es muy distinto al nuestro.
Con envidia apreciamos que las calles y avenidas lucen una
cinta asfáltica impecable y aseada. Ni un solo hueco. Ni basura.
Las mismas pistas señalizadas respecto a las líneas
peatonales, zonas de circulación y estacionamiento de buses.
Nada que objetar a las áreas verdes. En perfecto estado de
conservación. Gras cortado al ras.
El admirable verdor de parques y plazuelas contrasta con el
cemento, convirtiéndose en un verdadero pulmón de la ciudad.
Y, un detalle que posiblemente pasó inadvertido a los
televidentes. Azoteas y techos de la totalidad de edificaciones limpios. Muy
limpios.
La visión resultó espectacular cuando se enfocó la Costa
Verde, uno de los lugares más atractivos de Lima.
Eso demuestra que hubo planificación y ganas de trabajar,
como debió ser, para exhibir lo mejor de nuestra tierra.
Mucho más, sabiendo que las imágenes son trasmitidas en
directo a los países participantes y el mundo entero que mira expectante.
La precaución fue tal, que hasta se cuidó cubrir la fachada
de los edificios en construcción.
¿Y Trujillo…? ¿Tan difícil es hacer lo mismo…? ¿Hasta cuándo
nuestra ciudad seguirá mostrando ese deplorable estado actual…?
Tanta esperanza depositamos en el nuevo gobierno municipal,
para nada. Todo sigue igual o peor de lo que nos dejaron los huaycos del 2017.
Transcurrido más de medio año de gestión, no hay señal de
cambio.
Tal vez la atención se concentró en mantener a funcionarios
de confianza, antes que solucionar los problemas que nos aquejan.
Aprendan la lección. No pierdan tiempo. Busquen gente
ejecutiva y manos a la obra. Si no es así, lamentaremos que tuvimos un año
perdido…
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