Cola para ingresar a un banco en Trujillo. Nadie respeta la distancia social y no podría ser más dispareja. (Correo).
¿Cuántas
veces ha formado Usted una cola...? Es cierto. Muchísimas.
Y. ¿Se
ha dado cuenta cómo, en ciertas ocasiones, quien le sigue en la fila se le
arrima demasiado...? ¡Por supuesto...!
Por
respeto y decencia, en todas partes del mundo, es indispensable guardar una
distancia prudencial entre una persona y otra.
Bien. Esa
equivocada costumbre que, fatalmente persiste en Trujillo, debe desterrarse de
plano.
La
imparable expansión del coronavirus y el natural instinto de supervivencia,
refrendados por una norma, lo confirman.
Es un
aspecto muy sencillo. Tal vez, por eso, nunca se le dio importancia. Pero,
formar cola siempre fue un "gran problema" en el Perú.
Aparte
del "vivo", que busca la justificación más tonta para "ganar
sitio" adelante, existe otra observación.
Por lo
general, las formaciones son disparejas. Hay personas que se desbordan a uno y
otro costado.
A
partir del momento actual, guardar la distancia social es indispensable. Es una
exigencia. Aunque parezca exagerado.
La
separación física significa mantener el espacio entre Usted y las demás
personas cuando esté fuera de su casa.
Limitar
el contacto cercano, según los expertos, es fundamental para desacelerar la
propagación de virus.
Acuciosos
epidemiólogos aconsejan mantener un espacio de dos o más metros por persona.
Así
mismo, alejarse de lugares concurridos y evitar congregaciones masivas. En
síntesis, no reunirse.
Explican
que, cuando el ser humano infectado habla, tose o estornuda, expulsa al exterior
milimétricas gotas.
Tan
nocivos elementos contagian a través de la boca, nariz y ojos de quienes lo
rodean o están próximos.
Por esa
razón, mientras más lejos nos ubiquemos de los demás, estaremos más seguros.
No
olvide. Al llegar a la cola, colóquese lejos y vigile que quien se incorpora a
la hilera mantenga la distancia.
Usted
controla adelante. El que le sigue, hará lo mismo. Siempre que sea un ciudadano
responsable...
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