Los comicios para elegir nuevo
presidente y congresistas están a las puertas.
Cerca de una veintena aspiran el
ansiado sillón presidencial. Miles, al
Legislativo. En el último proceso superaron los 3 mil.
La cantidad parece exagerada. Pero, es
la constante de la política peruana en las últimas décadas.
Unos pocos son conocidos. Otros,
extraños. Todos incluirán en sus campañas: “trabajar por el Perú”.
¿Será cierto…? ¿O es que solo les
brillan los ojos por asegurar 15 mil soles al mes y 30 mil en navidad y fiestas
patrias...?
Además del seguro privado y múltiples
beneficios que les facilita el cargo.
Y eso, no es todo. Al terminar la
gestión les espera una remuneración fija hasta el fin de sus días.
Si. Tal como Usted lo está leyendo.
Por supuesto, con el dinero de todos los peruanos.
Esto se arrastra desde hace muchos
años. Y es hora de afrontarlo.
Durante un quinquenio, ellos ganan muy
bien. Tanto, que les alcanza para ahorrar. Recibir una pensión aparte, es
innecesaria.
En ese sentido se orienta una
propuesta del congreso para suprimirla.
Pide eliminar el mismo pago a
ministros, funcionarios de rango, prefectos, subprefectos, presidente del JNE y
otros.
La pandemia, que aún convive entre
nosotros, ha desbaratado los fondos del Estado.
El Banco Mundial ubica al Perú en la
escala de los países más afectados de la región en finanzas y salud.
Nuestra economía está en cuidados
intensivos. Necesita el apoyo de todos.
Pulverizar esta ganancia en absoluto afecta
a los favorecidos.
Porque encierra el invalorable
propósito de ejercer la función pública emanada de la voluntad popular.
Trabajar a ese nivel, más que una ocasión
para acumular dinero, constituye el
honor y el orgullo de servir al país...
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