sábado, 2 de enero de 2021

Se fue el año 2020: ¡Pero, nos dejó todos sus problemas...!

El covid afectó la economía nacional. Colas para cobrar el bono familiar en Lima.                                                                              (Expreso).

      

          Hubiésemos deseado que el año 2020 se fuera con lo suyo. Como ocurre cuando se cierra una puerta y abre otra.

          O como la versión "Pasaje de ida", lógicamente sin retorno, que cantaba en los sesenta el brasileño Sergio Murillo.

          No fue así. El año pasado jamás dará marcha atrás. Pero, nos dejó su lastre empaquetado.

          Empezando por el covid-19 cuyos funestos tentáculos cubren la faz de la Tierra. Ahora en otra variante. Más letal.

          ¿Y nosotros...? Desamparados. Sin vacunas y con el infeliz récord mundial de mayor cantidad de muertes, según The Economist.

          Los decesos no han cesado. Los contagios, tampoco. Los hospitales tienen camas solo para pacientes graves.

          Gente indolente acude a reuniones. Otros, caminan sin mascarilla. Ni se separan del resto.

          Autoridades que cometieron supuestos actos dolosos en emergencia sanitaria son investigadas. Esperamos el veredicto.

          La pandemia paralizó juicios a expresidentes. También a la fogosa comisión Lava Jato.

          Sin olvidar las demandas en los evidentes casos delictivos y de corrupción. Es hora de desempolvar expedientes.

          Quedó un Perú dolido. Resquebrajado en su economía. Millones de desempleados y un tambaleante PBI.

          Un presidente transitorio y un proceso electoral en pos del nuevo mandatario y congreso.

          El futuro del país es una incógnita. La posibilidad de recuperación recae en el Ejecutivo, Legislativo, instituciones tutelares y el propio pueblo.

          Sabiduría y sensatez deben ser el lema que guíe nuestros pasos.

          Ser austeros. Gastar lo necesario. Reducir el caro y voluminoso aparato estatal debe integrar todo plan de gobierno.

          Menos beneficios a legisladores, ministros y funcionarios. Limitar asesores, consultores, consejeros, adjuntos y demás. ¡Ahí se va la plata...!

           Es una fórmula responsable  para que la afligida ciudadanía recupere esa confianza perdida en los políticos...

           

         

         

No hay comentarios:

Publicar un comentario