Si hay
algo que enorgullece a quienes nacimos y vivimos en este suelo, es su exquisita riqueza cultural.
Desde
los mochicas y chimús, sucesivas generaciones nos dejaron invalorables testimonios.
El
milenario arte preincaico quedó patentizado en su cerámica y orfebrería
admiradas por el mundo entero.
Y su
organización social, evidenciada en el sorprendente trazo urbanístico plasmado
en la ciudadela de Chan Chan.
Distribución d
e recintos para la nobleza y el pueblo. Talleres, almacenes y reservorios de
agua. Todo en su lugar.
Elevadas
murallas y muros de adobe adornados con expresivas figuras geométricas, aves y animales.
Ordenados
pabellones de distinto uso separados por amplias avenidas. Que ya quisiéramos
tener en Trujillo.
Eso y
mucho más es Chan Chan. Considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en
l986.
Conjuntamente
con el Complejo Arqueológico del Sol y la Luna constituyen el auténtico símbolo
de nuestras más lejanas raíces.
Obras
maestras construidas por los primeros pobladores de esta cálida y fructífera
tierra de promisión.
Por
eso, saber que los linderos de su área intangible están cubiertos de basura y
desmonte, nos duele en el alma.
Autoridades
estuvieron allí y solicitaron a los alcaldes distritales impedir el atropello y
sancionar a los responsables.
Hace un
tiempo, se habló de una partida asignada a la Dirección de Cultura para
levantar un Cerco Vivo.
¿Que
pasó...? Ahora se vería impresionante. Y hubiese evitado agravios.
Emprendamos
una cruzada. Limpiemos Chan Chan. Que ofrezca su mejor imagen. Estamos todos comprometidos.
¡Aprendamos
a valorar y cuidar lo nuestro...!
La renombrada
escritora chilena Raquel Jodorowsky, en su exaltación "Chan Chan, maga lunar",
expresa en este verso su sentir:
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