sábado, 2 de octubre de 2021

Los políticos en el Perú: ¿Postulan para servir o ganar dinero...?

Tres expresidentes que no estuvieron el tiempo estipulado en Palacio, reclaman pensión vitalicia. (Andina).

        

          La política en el Perú, como tantos otros temas, presenta una serie de aspectos propios de resaltar.

          Un apreciable porcentaje de quienes actúan en ese ámbito, fijan como meta ocupar un cargo público.

          -- Los militantes de mi partido dicen que tengo vocación de servicio y me piden postular --es una de sus justificaciones.

          En campaña ofrecen todo. Hasta lo imposible. Nikita Krushchev, los ironiza así:

          -- "Lo La s políticos son iguales siempre. Prometen construir un puente, incluso donde no hay río...".

          Y, no faltan quienes esconden en el subconsciente la idea de obtener una buena retribución. Superior a su ingreso habitual.

          Esto es tan cierto, que la historia guarda en sus registros a congresistas que juraron:

          -- Por Dios y por la plata --ante el enojo y rubor del Todopoderoso.

          Afloraron dichas ocurrencias, por llamarlas en tono suave, a raíz de los recientes reclamos de ciertos políticos.

          Una congresista se queja a la prensa que los quince mil soles y más que gana al mes, no le alcanzan para vivir.

          Consejo. Antes de candidatear, debió evaluar si le convenía o no aspirar a una curul.

          Al unísono, un trío que pasó poco más de un año, meses y días en el sillón de Palacio, implora por su pensión vitalicia.

          Coinciden los tres en haber presentado oficios a la mesa directiva del parlamento, sin tener eco.

          Codiciosos y frotándose las manos, esperan del alto cuerpo legislativo, una respuesta que les llene los ojos y los bolsillos.

          De conseguirlo, asegurarán su futuro y el de su familia hasta el fin sus días.

          Cualquiera sea el resultado, nos quedamos con dos inquietas y saltarinas dudas:

          ¿Postularon para servir o ganar dinero...? y ¿En qué esquina se perdió su vocación de servicio...?    

         

         

         

         

 

 

 


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