sábado, 16 de septiembre de 2023

La lección de una suspensión: ¡Aspiremos a que todas nuestras autoridades sean íntegras...!

Pálido, triste y sin banderas. Así luce el palacio municipal de Trujillo.           


          La historia se repite en Trujillo luego de 5 años. El concejo, en sesión extraordinaria, aprobó por unanimidad suspender al alcalde Arturo Fernández.

            El golpe de gracia lo recibió la autoridad edil apenas a los ocho meses y medio de su polémica gestión.

            Postuló siendo investigado. Ahora afronta una condena admitida en segunda instancia por difamación agravada contra una agente de la Policía.

            Según la sosegada normativa jurídica, tiene la oportunidad de apelar solicitando una reconsideración,

            Luego volverá a convocar a los regidores. Si confirman la drástica decisión, se remitirá lo actuado al Jurado Nacional de Elecciones.

            Esta entidad cuenta con 30 días hábiles para emitir su fallo. Ajustando plazos, podría recibir la Navidad en el cargo..

            Aunque, a la par, avanza el trámite de vacancia en el JNE.

            La administración municipal tuvo carácter peculiar. Cambió gerentes y funcionarios a discreción para "combatir la corrupción".

            En ciertos casos, videos divulgados por el portal edilicio, revelaron el maltrato verbal al personal.

            Tuvo roces con la prefecta, el general de la Policía, el director de Cultura y algunos ciudadanos.

            Su caballito de batalla fue "denunciar" la corrupción.     Así ganó simpatías de un segmento popular que incluso apoya su candidatura a la presidencia (?).

            La Fiscalía espera aún las pruebas requeridas para iniciar las investigaciones correspondientes.

            Respecto a la función propia, descuidó al extremo el plan municipal de gobierno. Sectores vitales muestran evidente retraso.

            Ocurre lo mismo en la seguridad ciudadana y la atención a las medidas de prevención para mitigar los estragos de los fenómenos El Niño y Global.

             El asfaltado de calles y avenidas de la ciudad es una deuda pendiente. Sin considerar las veredas.

            Una lástima que Marcelo, Ruiz, ni Fernández no hayan recorrido el Territorio Vecinal 47 de la urbanización Las Quintanas. La pista es un desastre.

            Se pretende cuestionar que la sentencia al alcalde no es dolosa.

            Salgamos del abismo. Aspiremos a que nuestras autoridades sean íntegras. Símbolo de probidad y rectitud. ¡Enamoradas de todo aquello que sea lo correcto.,,!

 

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