sábado, 21 de octubre de 2023

Expresidentes y el resguardo policial de 5 años: ¡Utilizan los efectivos que faltan contra la inseguridad...!

Palacio de gobierno. A los expresidentes. Es suficiente haber trabajado por el Perú. (Redes).

            La expresión máxima del sistema democrático es la elección de sus autoridades y representantes a través del sufragio.

            El solo hecho de ser ungidos en cada una de esas funciones, es la aspiración cumbre de un candidato,

             Desde ese momento tiene la oportunidad de cumplir eficiente y honestamente lo que ofreció. Y, servir a la colectividad.

            Con el tiempo, el objetivo fundamental de los elegidos se desvirtuó al primar el aspecto económico e interés personal.

            Teniendo el poder a su alcance, desnaturalizaron la legislación Se aumentaron el sueldo y obtuvieron privilegios.

            Como el derecho a la seguridad policial durante el ejercicio y una pensión.

            En ese marco, llama la atención la revelación hecha por un diario capitalino respecto a los expresidentes.

            Precisó que diez suboficiales de la policía brindan seguridad personal a Manuel Merino, tres años después de dejar la función.

            El caso se conoció cuando él solicitó al oficial del congreso que deposite el pago de movilidad a los agentes asignados.

            Lo risible es que Merino usó el sillón presidencial apenas 5 días el 2020.

            Todo nace en el decreto 004-2022-IN que otorga protección a los expresidentes 5 años después de dejar el cargo. ¡Exagerado...!

            El polémico documento fue firmado el 6 de mayo del 2022 por Pedro Castillo. Justo 6 meses antes de ser vacado.

            Se supone que también gozan del mismo beneficio Humala, Kuczynski, Vizcarra y Sagasti.

            Con los efectivos ocupados en cuidarlos, son 50 policías menos en la infructuosa lucha contra la inseguridad ciudadana.

            Y, si Castillo logra descargar su mochila, la cifra ascenderá a 60. Un pelotón para personas con innecesaria custodia que nos cuesta.

            Corresponde a los adormecidos congresistas, que buscan trabajar menos y ganar más, anular esta norma.

            Al terminar su labor, los políticos deben volver a ser como antes.  Pagar su seguridad, movilidad, refrigerio y formar cola.

            Para ellos, el único y gratificante aliciente es el alto honor de haber trabajado por el Perú. ¡Sin perjudicar a nadie cuando se vayan...!

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