El Congreso actual va camino a batir un récord en la historia de la política nacional con actos nunca antes presentados.
.Además de
casos como Los niños y los recorta-sueldo, que no son castigados ejemplarmente.
hay otros para analizar.
Como el atribuido
a Abel Reyes, que viajó sin permiso a Moscú con 12 colegas, a participar en un
evento.
Debía regresar
al concluir el certamen, Pero, según él, tuvo problemas de salud y decidió
quedarse.
Sufrió
mareos, entumecimiento y hormigueos en el cuerpo, explica en la licencia
enviada al presidente del Congreso.
No se sabe nada más. Si se quedó para curar sus males o
realizar otro tipo de actividades.
Reyes estuvo
antes en Rusia. El 2022, se ausentó 40 días y utilizó solo dos para reunirse
con autoridades de institutos tecnológicos de ese país.
Uno de sus
asesores dijo que se está recuperando y que no se sabe la fecha de su vuelta.
¿Lo correcto no es regresar...?
El otro, es de la conocida Digna Calle, quien estuvo
casi ocho meses en Estados Unidos, descuidando su labor presencial.
Después de mucho
tiempo fue citada por la Comisión de Ëtica y al salir declaró a la prensa:
-- No he hecho ningún abuso. Yo no me he otorgado las licencias. Yo
las he solicitado y el órgano correspondiente me las ha otorgado.
Agregó:
"El Consejo Directivo debió advertir que hubo una falta ética o irresponsabilidad
de parte mía...".
O sea que justifica sus
inasistencias culpando al Consejo Directivo por no advertir el error.
¿Es normal que un legislador pida
permiso por más de 7 meses...?. ¿Y el compromiso asumido...?. ¿Y la
honestidad...?
De retorno. indicó que, como varios
congresistas están investigados, no irá al hemiciclo. Y, como no hay sanción,
sesiona virtualmente.
Estas reprobables actitudes deben
eliminarse de raíz del parlamento modificando el reglamento interno.
El Congreso es un poder del Estado y
se le respeta. Nadie que ocupe una curul puede actuar como se le antoja...
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