lunes, 6 de marzo de 2017

Publicidad estatal. ¡El gasto que más duele...!

La innecesaria publicidad estatal es el gasto que más duele a los peruanos. 

        Durante las últimas semanas, el gobierno ha desatado una inusitada campaña destinada a dar a conoce diversos aspectos.

          Las evidencias están a la vista. Empezó anunciando que la delincuencia disminuirá porque pronto saldrán a las calles diez mil policías.

          Luego difundió una breve historia, con sus protagonistas, que revela un diálogo sobre la violencia femenina.

          Cuando los padres de familia ya habían matriculado a sus hijos, surgió una mencionando una web para encontrar el colegio más cercano a casa.

          Se añade la que recordaba a los apoderados la gratuidad de la educación primaria y secundaria. Lo que no es ninguna novedad.

          Otra más, invocando a las madres a preparar la lonchera y ayudar a los pequeños en las tareas escolares.

          Tampoco pasa desapercibido el aviso donde el mismo Pablo Kuczynski exige que todo contrato incluya la cláusula anticorrupción.

          Y justo el flamante documento para la construcción del aeropuerto de Chinchero carece del referido acápite.

          A todas ellas se incorpora la propaganda vinculada al sistema de recompensas para delatar delincuentes.

          Quizá sea esta la más importante. Pero, sin tanto detalle de autos de lujo o casas de juego. Debería reducirse a una pastilla con el número telefónico.

          Que un gobierno promocione sus obras es saludable. Lo inaceptable es que se exagere y divulgue algo común. Que todos observan o conocen.

          Por ejemplo, sobre los policías. Por qué decirlo ahora. Cuando nadie los encuentra por ninguna parte.

          El momento que realmente salgan a las calles y las gente los vea trabajando por la seguridad, ni siquiera habrá necesidad de publicitarlos.

          ¿De qué sirve la web sobre la escuela cercana si los padres escogen el plantel que desean aunque esté ubicado al otro extremo de la ciudad...?

          O recordarles que la educación es gratuita cuando siempre tienen que pagar por los servicios, pues el dinero que otorga el estado es insuficiente.

          Respecto a la lonchera y las tareas. Más barato salía entregar a los padres un listado con esas indicaciones en la matrícula.

          La casi innecesaria promoción estatal a la que hacemos alusión, se  reduce a recientes jornadas.

          Es del caso mencionar que, en los primeros cien días de ejercicio de Kuczynski, un semanario capitalino hizo una grave denuncia.

          Señaló en aquella oportunidad que el gasto de esa índole ascendió a cuarentaisiete millones de soles. Una cantidad considerable.

          Sus opositores aprovecharon la circunstancia para manifestar que se hizo "para revertir la caída de la imagen del presidente y ocultar sus errores".

          Hasta ahora se recuerdan frases suyas como: "¿A quién le importa el contrabando...?" o "Se pueden ir comprando congresistas..."

          Con posterioridad, el mandatario pasó una difícil situación en defensa del ministro de Educación y un asesor de salud. Ambos, ahora fuera del cargo.

          Es importante partir de la premisa que la mejor propaganda de un gobierno son sus obras.

          La publicidad debe ser mesurada y reducirse a casos especiales. Aparte de guardar relación con la realidad. Con aquello que la gente percibe.

          El reclamo ciudadano es justo. Su costo es muy elevado. En algunos casos se paga en dólares. Y, cuando el dinero es de todos los peruanos, duele más...

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