jueves, 13 de julio de 2017

Motos y bicicletas: ¿Quién las controla y supervisa...?

Los dueños de motos y bicicletas deben tener mayor responsabilidad con la sociedad.

          Hay dos clases de vehículos personales cuya irregular circulación agrava el caos del transporte existente desde hace décadas en Trujillo.

          Son las motos y bicicletas, la mayoría de cuyos conductores circula por donde se les antoja sin respetar las mínimas reglas de tránsito.

          Común es observarlos cruzar las esquinas obviando la luz de los semáforos y ocasionando, en ciertos casos, serios percances.

          Cuando otras unidades se detienen por la luz roja del semáforo, ellos irrumpen por sorpresa poniendo en peligro a quienes atraviesan la calzada por la línea peatonal.

          Lamentables accidentes se han originado en esas circunstancias debido a su manifiesta imprudencia e irresponsabilidad.

          Es frecuente verlos también circular sobre las veredas, entre la misma gente, siendo ese espacio exclusivo de los transeúntes.

          Qué decir de los momentos en que se trasladan contra el tráfico o invaden el paseo peatonal del jirón Pizarro, pese a la prohibición existente.

          Como lo mencionamos con anterioridad, pese al adelanto en ciertos rubros, nosotros hemos retrocedido respecto a estas unidades.

          En cuanto a las bicicletas, sus propietarios tenían antes la obligación de inscribirse en la municipalidad y recibían un juego de placas de identificación.

          Sus máquinas llevaban timbre, luces delanteras y posteriores cuya energía procedía de un dínamo movido por la rueda trasera.

          Ahora, a pesar del aumento del parque automotor y el crecimiento demográfico, todas esas exigencias han desparecido de manera  inexplicable.

          Los motociclistas respetaban las reglas sobre la velocidad máxima de circulación dentro del radio urbano. Los infractores pagaban elevadas multas.

          Igualmente, era obligatorio que los pilotos usen casco protector en la cabeza y controlen el sonido del tubo de escape.

          Por seguridad y recomendación expresa, no debían llevar pasajeros en la parte posterior.

          En la actualidad, ni siquiera se obedecen las normas básicas. Trasladan tres cuatro y hasta cinco personas si trasladan niños.

          Con el objeto de evitar las acciones delictivas en moto,  que ningún gobierno logra combatir, se quiso limitar su uso a una sola persona.

          Sin embargo, todo quedó en fugaces aspiraciones y los delitos se incrementan ante el miedo y la angustia de la ciudadanía.

          Basta mencionar los robos al paso, el rodeo de autos para atacar a sus ocupantes y la utilización en recoger sujetos que cometieron fechorías.

          Al laberinto del tránsito, se añaden las tricimotos. Híbrido de acoplar la canastilla delantera de un triciclo a la parte posterior de una moto.

          Estos vehículos manejados por compradores de cosas usadas y vendedores de frutas o verduras, que ensordecen a la población, tampoco tienen placa.     

          Queda mucho que ejecutar y recuperar en la circulación de estas unidades menores para tratar de orientarnos en la ruta del progreso.

          Corresponde a las autoridades asumir su rol pertinente y a los dueños de motocicletas y biciclos un mayor compromiso con la sociedad.

          Mientras más tarden los correctivos en ese sentido, el desorden vehicular y los accidentes seguirán siendo nuestra funesta característica.

          ¿Quién controla y supervisa la motos y bicicletas en Trujillo...?

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