lunes, 17 de julio de 2017

¡Salud, Víctor Hugo…!

Víctor Hugo Paredes, con lo que era el producto diario de su trabajo y el equipo que dirigía. La foto la tomó el autor de este blog en una de las últimas entrevistas que concedió.

          Celebrar un aniversario de SATÉLITE, sin mencionar a Víctor Hugo Paredes Florián, quien fue uno de sus emblemáticos directores, podría semejar una ofensa.

          En virtud a la especial consideración que le tenemos, dedicamos este espacio a quien fue el conductor y guía de este vespertino durante veintisiete años.

          Más de un cuarto de siglo en la función de aquello que debe representar un verdadero record en el periodismo nacional y latinoamericano.

          Y conste que su identificación con este diario e ingreso al Grupo La Industria, empezó mucho tiempo atrás. Allá en el lejano 1970.

          Apenas un año después que SATÉLITE se había  hecho un lugar significativo en el corazón de la gente y el ambiente periodístico de Trujillo y la región.

          NOBLEZA ESPIRITUAL

          Víctor Hugo fue natural de las cálidas y fértiles tierras del valle Chicama. Allí donde florece la dulce caña de azúcar, las riquísimas frutas y los nutritivos vegetales que consumimos los trujillanos.

          Farías, un anexo de la antigua hacienda Casa Grande, es su tierra natal.

          En toda reunión, no cesaba de señalar que cada mañana debía recorrer la distancia de su hogar a Chocope para asistir a la escuela.

          Emocionado y orgulloso, recordaba que el trayecto lo hacía caminando sin zapatos acompañado de un grupo de amiguitos del barrio. Algo que exalta su nobleza espiritual.

          UN POEMA A MAMÁ

          Criado por sus padres con la rectitud de antaño, nunca se quejó de las estrecheces propias de una familia en formación.

          A muy temprana edad, cuando la principal inquietud de los niños es jugar, divertirse y soñar, ya le hacían guiños las letras.

          Ver madrugar todos los días a su madrecita para trabajar, fue el incentivo ideal para escribirle un sentido poema. Tenía nueve años.

           Dos años más tarde, quedaba sumido en una profunda tristeza. Perdió a su progenitora ante el llamado que le hizo Dios.

          ROMANCE CON EL PERIODISMO

          Con el esfuerzo y orientación de su padre, fue matriculado para seguir secundaria en el Instituto Moderno de Trujillo, uno de los más prestigiosos de la época.

          En ese plantel, utilizó los ejercicios que exigía el curso de lenguaje para fundar y dirigir el periódico mural El Modernista.

          Iniciaba así su romance con el periodismo que no abandonaría nunca y se convirtió después en la pasión y razón de ser de su existencia.

          EN PRENSA Y TELEVISIÓN

          Concluidos sus estudios secundarios, Víctor Hugo postuló e ingresó a la facultad de Letras y Educación de la Universidad Nacional de Trujillo.

          Siguió idiomas con la esperanza de continuar posteriormente la carrera diplomática en Lima.

          Sin embargo, un amigo lo animó para formar parte del equipo de redacción del diario La Gaceta y obtener algunos ingresos.

          Pasó luego al informativo La noticia gráfica, dirigido por el fotógrafo Orlando Sánchez Castro en América Televisión.

          La alegría de cubrir un suceso y escribir la información duró poco. La falta de recursos y auspiciadores obligó al cierre del programa.

          INGRESO A SATÉLITE

          Durante esos oscuros días de incertidumbre, conocedor de su capacidad, Lorenzo Kcomt Kosseng, el “Chino Loli”, director de SATÉLITE, lo llamó.

          Alfonso “Pocho” Campos Pérez había dejado el cargo de jefe de Informaciones en el diario y creyó conveniente encomendarle ese puesto.

          Con la experiencia adquirida y su inmenso deseo de hacer lo que más le gustaba, Víctor Hugo aceptó el reto.

          El tiempo le dio la razón al popular "Chino". El joven reportero cumplió su labor a satisfacción. Creó nuevas secciones, escribió reportajes y noticias de diversa índole.

          Se convirtió pronto en el brazo derecho de “Loli”. El trabajo de esa dupla se reflejó en la calle. SATÉLITE aumentó el tiraje, las ventas y las preferencias.

          ASUME LA DIRECCIÓN

          Razones particulares a la actividad periodística, motivaron que Kcomt dejara el comando del vespertino.

          Ante la necesidad de cubrir el vacío, la empresa no dudó un instante para otorgarle la responsabilidad a Víctor Hugo. Era el 22 de abril de 1987.

          Contando con el pleno respaldo de los ejecutivos, siguió en lo suyo. Aprovechó al máximo para abrir el periódico con el último acontecimiento ocurrido esa misma mañana.

          La hora del cierre de la edición se ajustó al mínimo, mientras dos reporteros verificaban el hecho reciente de mayor impacto.

          Esa información fresca, llena de detalles y fotografías, terminó por complacer al lector ávido de enterarse de aquello que sucedió antes de almorzar.

          FORMADOR DE PERIODISTAS

          Aquellas son solo unas cuantas facetas del exitoso derrotero de SATÉLITE bajo la dirección de Víctor Hugo Paredes.

          El ocaso del siglo XX y el inicio del actual coincidió con el natural recambio generacional en el equipo de redacción del vespertino.

          Ante la salida de varios colegas, se propició la incorporación de una oleada de jóvenes periodistas.

          Los conocimientos académicos de la universidad y una que otra práctica, se consolidó con el permanente consejo y apoyo de Víctor Hugo.

          Exigencias como la presión con que se trabaja en un periódico, la prisa, algunos gritos. Pero, al final, la satisfacción que brinda la tarea cumplida.

          Con Víctor Hugo siempre hubo un momento para compartir alrededor de una mesa y beber un vaso de lo que sea, con tal de dialogar sobre el trabajo y la vida, Conocerse y hacerse más amigo.

          Se gestó así el ambiente propicio para laborar que era el paso más adecuado para conseguir el objetivo trazado de la mano del director.

          MOMENTO DE LA PARTIDA

          No obstante, cuando todo marchaba sobre ruedas y se alistaba a escribir un par de libros, el destino se cruzó en su camino.

          Una afección motivó que solicite sus vacaciones, sin perder en ningún instante el contacto telefónico con los muchachos de la redacción.

          Hasta que, previo a la festividad de la Virgen María, antes del mediodía del 12 de mayo del 2015, Carmencita Rodríguez, quien lo conoció casi desde sus inicios, me dio la triste noticia.

          Víctor Hugo Paredes, el director de SATÉLITE, el cordial amigo que nos daba la mano siempre con una sonrisa dibujada debajo de sus bigotes, había partido.

          Hoy, que nos regocijamos por nuestro aniversario, no podemos olvidarnos de ti y este es nuestro homenaje.

          BRINDIS A LA ETERNIDAD

          Simplemente porque tú fuiste una pieza fundamental de las columnas sobre las que se sostiene este vespertino.

          Por ser parte valiosa cuando hubo que enfrentar a tres o cuatro periódicos de la tarde, de empresas limeñas, que al final dejaron de circular.

          Por que tú contribuiste a que SATÉLITE sea el único vespertino que hoy existe en todo el país.

          Porque nos permitiste ganar un sitial importante en la predilección de nuestros lectores al empezar cada tarde.

          Por eso y mucho más. En este aniversario, el primer brindis elevando la copa  en lo más alto. Sin doblar el codo. Dirigiéndolo al cielo. A la eternidad. Es contigo...

          ¡Salud...! Víctor Hugo...

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